Puebla se ubica entre los cinco estados con las peores condiciones laborales para las mujeres, pues se enfrentan con distintas desventajas en comparación con los hombres. Por ejemplo, la pobreza laboral, el tiempo disponible y la violencia de género.
Así lo reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) a través del informe: “Estados #ConLupaDeGénero 2024”.
El IMCO calificó las condiciones de cada entidad federativa en una escala de 0 a 100 puntos. Así, Puebla obtuvo menos de la mitad, es decir, solo 42.2% puntos.
Lo anterior colocó a la entidad en el top cinco de los peores. A la par, estuvieron Oaxaca con 33.1 puntos, Chiapas con 39.1, Veracruz con 40.5 y Guerrero con 40.8.
Mientras, con las mejores condiciones se ubican:
Ciudad de México con 67.2 puntos, Nuevo León con 66.7, Baja California Sur con 64.5, Yucatán con 63.4 y Sonora con 62.2 puntos.
En el informe, el instituto califica tres pilares.
En el primero, de la entrada de las mujeres al mercado laboral, Puebla se ubica en la posición número 5 de las peores entidades con 44.9 puntos.
Aún existen barreras como la oferta laboral, tiempo disponible, la preparación y la violencia de género.
El segundo pilar habla de la permanencia, es decir, mide las condiciones laborales que enfrentan las mujeres. Éstas pueden determinar si ellas se quedan o salen de la economía remunerada.
Es decir, se analiza la calidad del empleo, pues hay muchos casos de informalidad y pobreza laboral.
Sumado a ello, es difícil para las mujeres desempeñarse al tener que hacerse cargo de los cuidados infantiles y de los adultos mayores.
En la permanencia de las mujeres en el mercado laboral, Puebla está en el séptimo lugar de los peores con 37.6 puntos de 100.
En tanto, en el tercer pilar que habla de la autonomía, la entidad obtuvo 44 puntos que la posicionaron en el séptimo peor estado.
El pilar de autonomía permite dimensionar la capacidad de las mujeres de acceder y generar ingresos y recursos productivos propios por medio de factores como la inclusión financiera, la propiedad de la vivienda y la participación en el emprendimiento formal.
