Fuera de prisión o con sus procesos finiquitados, los autonombrados perseguidos políticos del barbosismo Guillermo Aréchiga, José Juan Espinosa y Jesús Giles reaparecieron en la escena pública en pleno proceso electoral del 2024.
A los tres los une un mismo discurso, el de la inocencia y el de la venganza, si se le puede llamar así. Los tres narran que fueron “víctimas” del exgobernador Miguel Barbosa, quien inició procesos jurídicos que no vieron su fin hasta después de haber muerto en diciembre del 2022.
Guillermo Aréchiga estuvo preso por ejercicio indebido de funciones en la Secretaría de Movilidad y Transporte. Lo detuvieron en febrero del 2022 y lo liberaron apenas el pasado 3 de marzo. Lo increíble de su caso es que fue funcionario justo del barbosismo, gobierno que a su salida procedió en su contra.
José Juan Espinosa se autoexilió por tres años, luego de que la administrción de Miguel Barbosa declaró en su contra. Espinosa fue alcalde de San Pedro Cholula y diputado local. Regresó el pasado 26 de septiembre cuando subió un video a sus redes sociales para anunciar su reincorporación a la vida pública.
Jesús Giles compareció en marzo del 2021 por uso de documento falso, aunque la intención era detenerlo logró un amparo para llevar su proceso en libertad. El pasado lunes declaró que fue absuelto de este delito. Un día después, el 24 de octubre, anunció que abandonaba al PAN para irse al proyecto de Claudia Sheinbaum en Morena.
Los tres, que fueron actores políticos importantes en su momento, están de regreso justo para el proceso electoral del 2024.
Perseguidos políticos del barbosismo reaparecen, esta es su historia
Guillermo Aréchiga
Con la sentencia del Poder Judicial en la mano y siete meses después de haber salido de la cárcel, Guillermo Aréchiga reapareció este 25 de octubre con un video en redes sociales.
El exfuncionario estatal dijo que las autoridades no pudieron comprobar los delitos por los que lo acusaron. Se dijo un preso político de Barbosa, estuvo 367 días encarcelado.
Advirtió que procederá contra quienes lo calumniaron y le inventaron delitos.
Arechiga fue uno de los políticos más influyentes durante el morenovallismo. Cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, fue el operador magisterial del exgobernador Rafael Moreno Valle.
Fue diputado local y presidente del Congreso del estado con gran poder. Después se fue a Morena para integrarse al equipo de Barbosa.
Se le acusó de malos manejos, el exgobernador lo destituyó y unas semanas después lo detuvieron. Estuvo preso en el penal de San Miguel.
José Juan Espinosa
A finales de septiembre José Juan Espinosa repareció a través de un video en sus redes sociales. Dijo que un año estuvo fuera del país y dos en Veracruz.
Aseguró, como Aréchiga, que su proceso se concluyó gracias al Poder Judicial Federal.
José Juan también nació en el morenovallismo, en ese entonces dirigía Movimiento Ciudadano y participó en la mega alianza que llevó a Rafael Moreno Valle al poder.
Se fue a Morena para apoyar al gobierno de Miguel Barbosa, pero su rebeldía lo dejó fuera del equipo.
La semana pasada apareció en el Congreso de Puebla para reunirse con el panista Eduardo Alcántara. Aunque ha reconocido al gobernador Sergio Salomón Céspedes, no ha dicho qué proyecto político apoyará en el 2024.
Jesús Giles
Giles fue morenovallista y en Puebla dirigió incluso el Partido Acción Nacional (PAN). Dirigió este partido justo en el proceso electoral en el que Martha Erika Alons ganó la gubernatura, cuando Morena acusó fraude.
El exgobenador de Morena en Puebla, Miguel Barbosa, lo persiguió por supuestamente haber falsificado su título como licenciado en Derecho.
A manera de anticipación, Giles ofreció una rueda de prensa en Puebla el lunes. Acusó al exgobernador Miguel Barbosa de haber orquestado una persecución política en su contra.
Dijo que ya tenía en sus manos la sentencia absolutoria de su caso. Además, solicitó al actual secretario de Gobernación, Javier Aquino que investigue a los funcionarios de su dependencia que participaron en los procesos en su contra.
En ese momento dijo que se tomaría un tiempo para pensar si seguiría apoyando al PAN o a otra fuerza política. Sin embargo, dado que formó parte de la derecha de ultranza, nadie imaginó que iría a Morena.