Los vapeadores dañan la salud más que el tabaco; actualmente su comercialización es ilegal en todo el mundo y provoca graves secuelas a corto y mediano plazo.
El neumólogo Derling Uriostegui, desmintió algunos mitos sobre su consumo en entrevista con Ambas Manos.
Los llamados “cigarrillos electrónicos” han ganado terreno entre los fumadores de tabaco alrededor del mundo.
Aunque se piensa que no es “tan dañino” como un cigarro convencional, la realidad es que puede ser igual o más letal para el cuerpo humano.
El experto informó que el vape contiene hasta 30 sustancias no declaradas en el empaque, que son altamente dañinas al ser inhaladas.
Entre ellas, se encuentra la nicotina, nitrosamina, el formaldehído y la acetona, que combinados pueden causar cáncer.
De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), los vapeadores contienen linalol, usado en insecticidas. Así como alcohol de bencílico, empleado en jabones, cremas y productos para limpieza; y dimetil éter, sustancia altamente inflamable.
Entre los metales pesados están el níquel, hierro, plomo y cromo, además de sustancias oleosas que agregan grasa a los pulmones y provoca neumonías.
Los vapeadores dañan la salud igual o más que el tabaco: venta ilegal y secuelas
El cigarro convencional y el electrónico comparten una lista de malestares y daños severos a la salud.
El tabaco provoca infartos, alteraciones vasculares, daño pulmonar crónico de las vías respiratorias y embarazos prematuros. Los vapeadores tienen los mismos efectos pero en un dispositivo recargable y con sabor.
Las sustancias nocivas pueden provocar neumonía, problemas digestivos como diarrea, náuseas, vómito e intestino irritable. Además de tos, flemas, mal aliento, neumonía, bronquitis, neumotórax y adquirir mayor predisposición a infecciones por hongos.
Todos estos síntomas pueden desencadenar problemas mayores a corto y mediano plazo. Provocando que los pulmones, el corazón y el sistema nervioso se deterioren.
Sin embargo, los daños varían en cada consumidor, ya que se desconoce la cantidad de sustancias que contiene cada cigarrillo electrónico.
Derling Uriostegui señaló que, en el caso de los fumadores de tabaco que consumían entre 5 y 10 cigarrillos diarios por más de 20 años, presentaba un alto riesgo de daño pulmonar y cáncer después de 40 años.
En comparación, un cartucho de vape contiene el equivalente a 20 cigarrillos, es decir, dos mil inhalaciones que pueden durar entre dos y tres días. Pero al desconocer la cantidad de sustancias nocivas y la calidad con la que fue hecho, los síntomas y daños pueden visibilizarse entre 5 y 10 años.
Los cigarros electrónicos deben ser estudiados y regulados: Derling Uriostegui
El consumo entre jóvenes ha crecido exponencialmente debido a la variedad de sabores y la moda actual, que lo hacen ver como un pasatiempo “cool”.
Explicó que en 2019, al menos un millón de personas consumían vape a nivel mundial. Entre 2022 y 2023 incrementó a 15 millones de las cuales, al menos el 20% han continuado su consumo.
Recalcó que actualmente, ningún país del mundo ha legalizado la venta y uso de cigarrillos electrónicos. Por lo tanto, su comercialización es ilegal y se realiza por debajo del agua.
Actualmente, los dispositivos no cuentan con etiquetado que informe (o advierta) sobre su contenido. Tampoco existe una regularización o certificación por parte de las autoridades sanitarias como Cofepris.
En México, existe un decreto presidencial que prohíbe la circulación y comercialización de vapeadores, cigarrillos electrónicos y demás dispositivos similares.
Derling Uriostegui señala que los vapeadores deben ser estudiados para certificar los ingredientes y sustancias que contienen. De esta manera, se puede poner a discusión su regulación y legalización con advertencia sobre los daños que provoca a la salud.
Puedes encontrar al especialista Derling Uriostegui en el Hospital Ángeles de Puebla y seguirlo en sus redes como @expertoenasma.
Aquí puedes ver la entrevista completa:
