En medio año, el Museo Internacional del Barroco (MIB) ha recibido más de 70 mil visitantes.
El titular de la Secretaría de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, señaló que la gran afluencia de personas en este recinto es histórica, cifra que no se había registrado en años anteriores.
Los datos fueron otorgados durante la presentación de la próxima exposición Danza Barroca en el recinto ubicado en la zona de Angelópolis.
El periodo que abarca inicia desde diciembre de 2022 cuando fueron inauguradas las salas inmersivas permanentes. Siendo el museo el único en ofrecer estas experiencias en México durante todo el año.
Mencionó que, al convertirse en un espacio de conocimiento interactivo y la implementación de acceso gratuito por varios meses, llamó la atención de las y los visitantes.
Además, la apertura de nuevos sitios al interior como la cafetería, los jardines y las fuentes, han hecho del barroco una experiencia más completa. Algo que no era posible hasta hace unos años.
Agregó que como parte de la exhibición Danza Barroca, se podrá disfrutar de algunas operetas y conferencias en el auditorio del lugar. Un espacio que se encontraba restringido para su uso.
Por ello, resaltó que actualmente, el Barroco se puede vivir de una manera más accesible y cercana. “La gente está regresando a ver el Barroco, pero también a disfrutar del arte. La forma de vivirlo es nueva, de manera divertida y en algunos casos, gratuita”.
Vergara Verdejo aclaró que, para mantener el nuevo estilo del museo, se requiere cumplir con una serie de exigencias que estén a la altura y calidad de un sitio como este.
Gabriel Trejo López, director del proyecto Museo Barroco dijo que, desde el relanzamiento del recinto en diciembre, han logrado presentar las exposiciones de manera diferente. Siendo la atracción principal las proyecciones digitales de audio y video
Al interior, la museografía aborda ciertos elementos para que el público transite y experimente el arte con sus sentidos.
La directora de Museos Puebla, Catalina Ortiz explicó que el recinto debe estar vivo, contar historias con el fin de compartir la riqueza cultural y patrimonial del estado.
