El Trueque de San Pedro Cholula fue declarado Patrimonio Cultural Tangible del Estado de Puebla. Por parte de la administración estatal, encabezada por Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
A través de un decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE), se explica que la declaración se realizó por los valores culturales, antropológicos, históricos, artísticos y tradicionales que representa.
El documento refiere que corresponderá a la Secretaría de Cultura y al ayuntamiento de San Pedro Cholula instrumentar las acciones tendientes a la promoción y preservación. Además, deberán salvaguardar la actividad como una manifestación cultural intangible.
El Trueque de San Pedro Cholula se caracteriza por llevarse a cabo en la Plaza de la Concordia, localizada al norponiente del zócalo del municipio.
Esta actividad se realiza cada 8 de septiembre con puestos provisionales, desplantados directamente sobre el piso con una manta de por medio o mesas improvisadas que levantan los bienes a una pequeña estatura.
Estos son los productos que se intercambian en el tradicional Trueque de San Pedro Cholula, Patrimonio de Puebla
Incienso y copal, artesanías de: madera, barro, palma, cobre, metales, rafia, cerámica, yeso, tela, piel, piedra, tejido, cestería, bordados. Productos de origen criollo como: manzanas, peras, durazno, guayaba, limón, nuez de castilla, vainas, aguacates; cacahuates, chiles, habas.
Así como chiles poblanos, chiles locos, guajes; o productos hechos artesanalmente como el pan de fiesta y los dulces típicos, hierbas medicinales, entre otros.
El trueque se da tradicionalmente entre un bien agrícola por otro bien agrícola o bien agrícola por artesanía o bien procesado artesanalmente.
El propósito es que exista un acuerdo entre las partes en la equivalencia entre el valor de los productos, aunque en el Trueque no hay reglas establecidas.
Ante la declaración de Patrimonio Cultural Tangible de Puebla, el gobierno estipuló que se deberá garantizar que el uso del Trueque se mantenga como patrimonio cultural intangible vivo mediante acciones que favorezcan su práctica y transmisión regular por las comunidades portadoras.
Además, se tienen que promover actividades encaminadas a asegurar la trasmisión de las prácticas culturales, de los portadores más experimentados hacia los más jóvenes.
En la próxima edición habrá concursos infantiles y juveniles sobre el trueque. Así como actividades desarrolladas a esta actividad dentro de los planteles de los niveles básicos de educación.
