Con gas, agua a presión y uso excesivo de la fuerza policía, reprimieron a las manifestantes del 8M en Puebla.
Integrantes del Frente Feminista Radical fueron agredidas por elementos de la Policía Municipal que se encontraban resguardados tras el blindaje colocado en Palacio Municipal.
Tras culminar la marcha que inició alrededor de las 15:20 horas en la Fiscalía General del Estado (FGE) y pasar por la sede del Congreso de Puebla, el contingente se dirigió hacia el zócalo para realizar actos de iconoclasia.
La valla metálica que se extendió de extremo a extremo quedó tapizada con consignas como “Vivas nos queremos”, “Hombres violadores” y “Yo sí te creo”.
Además, pintaron y plasmaron sus manos en color rojo y morado, así como fotografías y nombres de presuntos agresores de mujeres.
Fue entonces que las jóvenes buscaron la forma de hacerse escuchar golpeando el muro de contención hasta que el sonido se volvió ensordecedor.
Conforme pasaba el tiempo, los golpes se volvieron más y más fuertes, hasta que las chicas patearon y lanzaron objetos con el objetivo de derribar la barrera.
Después de unos minutos, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y Protección Civil Municipal, comenzaron a rociar un gas azul irritante directo a los ojos de las personas.
Asimismo, lanzaron agua con mangueras a presión en innumerables ocasiones, con el objetivo de que las jóvenes detuvieran la manifestación.
Las agresiones también afectaron a las y los integrantes de la prensa local que realizaban la cobertura del 8M.
Reporteras como Zvezda Ninel de Info Quórum, Fernanda Escobedo de E-Consulta, la fotoperiodista de El Sol de Puebla, Bibiana Díaz y la reportera de esta casa editorial, sufrieron ataques directos para tratar de impedir su labor periodística.
Al respecto, Bibiana Díaz enfatizó que todos los periodistas que se encontraban cubriendo la jornada de acción femenina. Por ello, no había razón para bloquear a las y los reporteros.
Ella se encontraba frente a una de las vallas tomando fotografías cuando un uniformado la roció con gas azul, lastimándole la vista.
Nosotros sólo venimos a documentar lo que acontece, tenemos que ser parciales pero lo que yo oigo de ellos son insultos hacia todas las personas que estamos aquí”, dijo.
Tras lograr derribar una de las placas del muro metálico, se hicieron presentes elementos de la Unidad ROCA. Ellos comenzaron a intimidar a las asistentes y detuvieron a un sujeto que supuestamente estaba infiltrado en la marcha.
Por error, también trataron de detener al reportero Israel Cereso, a quien confundieron con un infiltrado que buscaba desestabilizar el movimiento. Integrantes de la prensa increparon a los policías y de inmediato decidieron soltarlo.
Las manifestantes decidieron mantener su distancia para evitar caer en las provocaciones de los uniformados hombres.
Alrededor de las 19:20 horas, cuando la calma se hizo presente en el zócalo, más de 7 elementos de la unidad ROCA y de la SSC persiguieron a una de las manifestantes para detenerla.
La joven Michelle Romero de 23 años trató de resguardarse con compañeras del movimiento, sin embargo, la encapsularon más de 15 policías.
A jalones, empujones y con equipo antimotines, la arrestaron mientras ella pedía que fuera liberada.
La prensa nuevamente recibió empujones y agresiones durante la persecución. El fotoperiodista conocido como Jafet Moz de Gran Angular, el reportero Edgar Guzmán de Ángulo 7 y la reportera de Canal 6, Leslie Mora fueron algunos de los que sufrieron estas violencias.
Entre decenas de policías, resguardaron a la joven en la calle 2 oriente, entre 5 de mayo y 2 norte, cerca del Pasaje del Ayuntamiento.
Ahí, recibió atención médica por parte de Protección Civil ya que presentaba dificultad para respirar. Tras asegurarse que se encontraba en buenas condiciones, fue puesta en libertad y esperó junto con sus amigas la llegada de sus familiares para regresar a casa.
De esta manera transcurrió la marcha del Frente Feminista Radical en la capital poblana.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes tuiteó que darán seguimiento a los hechos de violencia e intimidación contra las manifestantes.
