La Capilla del Rosario en Puebla, la llamada “octava maravilla del mundo” cumplió 333 años desde su creación en la capital poblana.
Considerada la muestra del movimiento Barroco español en América, celebra más de tres siglos al interior del Templo de Santo Domingo. Ubicado en lo que hoy conocemos como la calle 5 de mayo, entre 4 y 6 poniente.
La Capilla dedicada a la Virgen del Rosario comparte una fecha importante Puebla y sus habitantes.
Ya que se consagró a manos del obispo de Tlaxcala, don Manuel Fernández de Santacruz en 16 de abril de 1690. En el mismo día de la fundación de la ciudad de los ángeles, pero 159 años después.
La idea del monumento arquitectónico surgió de Fray Juan de Cuenca. Después de planificar y tener una visión clara del proyecto, inició su construcción en el convento dominico poblano.
40 años tardó la construcción de la Capilla del Rosario en Puebla
Los trabajos de construcción tomaron 40 años, sin embargo, logró concretarse y tras abrir sus puertas dejó maravillados a las y los poblanos.
En su interior, cuenta con una planta de cruz latina, con brazos y testero algo cortos. Está distribuida en tres partes: bóveda de cañón, la cúpula esbelta con tambor y sobre el mismo, ventanas con lucarnas al exterior. Aquí se instalaron figuras de grandes niños de cerámica poblana.
Por dentro, toda la estructura arquitectónica es majestuosa, está cubierta con estuco sobredorado. Preparado con una base de harina con clara de huevo y agua y recubierta con láminas de oro de 24 quilates.
Sin mencionar que resaltan también los lienzos con que José Rodríguez Carnero pintó las escenas del Nacimiento de Cristo y los misterios gozosos del Rosario.
Al centro, se erige el aposento de la Virgen del Rosario, con un baldaquino labrado por el maestro Lucas Pinto.
Actualmente, a la máxima joya arquitectónica del barroco mexicano la nombraron “Patrimonio de la Humanidad”.
Desde el siglo XVII, consideraron a La “Casa de Oro” como la Octava Maravilla del Nuevo Mundo. Hace no mucho, la llamaron Relicario de América.