El informe de la cuenta pública 2021 de la Auditoría Superior del Estado (ASE) detectó un posible daño patrimonial por 939 millones de pesos en la gestión de Héctor Sánchez en su período al frente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
El documento enlista seis pliegos de observación en el TSJ, la mayoría por falta de documentación para comprobar gastos.
En total, la gestión del entonces magistrado presidente Héctor Sánchez Sánchez tiene un monto por 938 millones 872 mil 428 pesos que presumen un daño patrimonial. Sin embargo, hay que aclarar que estos pliegos de observación aún se pueden solventar.
Asimismo, la Auditoría Superior del Estado de Puebla enlistó dos solicitudes de aclaración sobre temas de remuneraciones al personal que labora para el Poder Judicial.
Ello, porque no hay documentación para comprobar que estén en los cargos que presumen tener. Por este rubro no hay dinero por aclarar, únicamente oficios faltantes.
El recurso corresponde a la administración de Sánchez Sánchez, aunque ahora la nueva magistrada presidenta, Margarita Gayosso deberá dar contestación a las observaciones emitidas en el informe.
¿Qué encontró la ASE en la gestión de Héctor Sánchez?
Dentro del documento se enlistan los motivos de las seis observaciones que el Poder Judicial tiene por uso cuestionable de recursos económicos.
Las observaciones corresponden a los siguientes montos:
- 668 millones 54 mil 298 pesos: Por la falta de documentos sobre facturas de pagos a personal del TSJ.
- 109 millones 417 mil 127 pesos: Por hacer transferencias bancarias sin documentación comprobatoria.
- 66 millones 440 mil 954 pesos: Por la falta de documentación que compruebe el pago de servicios y operaciones contratadas.
- 44 millones 694 mil 443 pesos: Por el concepto productos, gastos e ingresos sin justificar.
- 30 millones 289 mil 675 pesos: Por el pago de seguros de 24 vehículos del Poder Judicial sin documentación comprobatoria.
- 20 mil 928 pesos: Por la falta de facturas derivadas de contratos del 2021.
Héctor Sánchez dejó sorpresivamente la presidencia del TSJ el 27 de octubre por cuestiones “personales”. Posteriormente, también abandonó su puesto como magistrado del Poder Judicial.