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¿A dónde se llevaron a los reos de las cárceles municipales que cerraron en Puebla?

¿A dónde se llevaron a los reos de las cárceles municipales que cerraron en Puebla?

Daniel Iván Cruz Luna, Secretario de Seguridad, durante rueda de prensa.

Tras el cierre de siete cárceles municipales de Puebla, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado informó que ya culminó con el traslado de los reos. ¿A dónde se los llevaron?

Esta mañana en conferencia de prensa, el secretario Daniel Iván Cruz detalló que la mayor parte de ellos llegó al Centro de Reinserción Social (Cereso) estatal mejor conocido como penal de San Miguel. Ahí tendrán una mejor atención. 

Otro bloque fue llevado al penal de mediana seguridad en Tepexi de Rodríguez, mientras que una minoría llegó a los penales de Huachinango, Tlatlauquitepec y Xicotepec, en la Sierra Note, donde hay espacio suficiente para recibirlos. 

El titular de la SSP explicó que se realizó un estudio técnico sobre el tema de la sobrepoblación para reducir el hacinamiento en algunos penales. 

SSP concreta el traslado de reos tras el cierre de siete cárceles municipales de Puebla 

El pasado 30 de septiembre, la SSP informó que dejaría de ocupar siete cárceles en el interior del estado de Puebla: Atlixco, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán.

Casi todos los inmuebles estaban en pésimas condiciones, con daños en la estructura por el sismo del 2017 y, además, no habían recibido un solo peso para su intervención. Otros ya tenían una mínima población. 

Por ello, durante el mes de agosto y septiembre se llevó a cabo el traslado de los reos de penales municipales a distritales y al estatal.  

Sobrepoblación se debe a personas sin sentencia en cárceles 

Por otra parte, el secretario de seguridad pública mencionó que hay cerca de 4 mil personas en cárceles de Puebla en espera de una sentencia. Esto, dijo, genera sobrepoblación.

Y es que por el otro lado, hay más de 4 mil personas privadas de la libertad cumpliendo una sentencia; es decir, del total de la población, solo la mitad está condenada y la otra mitad sigue en proceso.

También hay casos en los que una misma persona tiene más de dos procesos en contra, por lo que eso complica que su condena se emita rápidamente. 

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