El Congreso de Puebla aprobó la reforma a la Guardia Nacional (GN) para extender las labores de seguridad pública hasta 2028, tras la visita de Adán Augusto, secretario de Gobernación.
Con 28 votos a favor, 10 en contra y una abstención, se aprobó la reforma propuesta por la diputada priista Yolanda de la Torre, tras un debate de casi tres horas.
El voto en abstención fue el de la diputada panista Patricia Valencia Ávila, mientras que los ocho legisladores restantes del PAN votaron en contra, así como Fernando Morales, de Movimiento Ciudadano (MC).
En general, la bancada panista se mostró en contra de la propuesta, señaló que la presencia de la Guardia Nacional en las calles llevará a la violación de derechos humanos.
Sin embargo, los diputados morenistas y aliados recordaron que el presidente Felipe Calderón militarizó al país en la lucha contra el narcotráfico.
Cabe recordar que tras la aprobación de la reforma a la Guardia Nacional se requiere la aprobación de 17 estados.
Con la aprobación de la reforma en Puebla, ya suman ocho estados que le dieron el sí a mantener las fuerzas armadas en las calles.
Dichas entidades son Sinaloa, Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Campeche, Oaxaca, Baja California.
Esta mañana Adán Augusto acudió al Congreso
Esta mañana el titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López, acudió al Congreso junto con el gobernador Miguel Barbosa Huerta para charlar sobre los beneficios de la Guardia Nacional.
Sin embargo, los diputados panistas se mostraron inconformes y desplegaron lonas en contra de “la militarización del país”.
Augusto respondió que las administraciones de ese partido entregaron un “país en llamas”.
El funcionario federal lamentó que los diputados de Acción Nacional se hayan retirado del pleno. Condenó que le permitieran que viera el contenido de sus pancartas y lonas.
También, que no hayan intentado debatir acerca de los puntos sobre la Reforma Constitucional a la Guardia Nacional (GN). Incluso, señaló que pudieron presentar alguna forma de mejora a la minuta.
El secretario sentenció que es complejo ser disidente de las decisiones del poder público, cuando en las administraciones panistas no hicieron nada durante 12 años para mejorar la seguridad pública y entregaron en 2012 un México en llamas.