Cuando las feministas decimos que es importante diseñar políticas públicas con perspectiva de género y que la preparación de servidores públicos, funcionarios y legisladores con perspectiva de género es igual de importante para la construcción de una democracia sana, igualitaria y segura para mujeres y hombres, no lo decimos como choro mareador, ni como discursos buena ondita, sino como una exigencia ciudadana para garantizar que no existan iniciativas que vulneren los derechos humanos de las mujeres y en general de ninguna persona.
Sin embargo, esa exigencia se ha ido quedando como anhelo cuando vemos iniciativas como la de la Diputada Laura Imelda Pérez Segura, que trasgreden los derechos de las mujeres. La Diputada creyó que era buena idea promover una iniciativa ante la Comisión de Defensa Nacional para que las mujeres sean obligadas a presentar el Servicio Militar Nacional, porque según ella, así se fomenta la equidad de género. Pudo haber promovido que el servicio militar fuera voluntario para ambos sexos si en realidad quería impulsar una agenda progresista y lograr la equidad. Pero no, a la Diputada le pareció mejor idea fortalecer la militarización del país, OBLIGANDO a las mujeres de 18 años a prestar un servicio en un espacio altamente masculinizado, que se rige por una ley castrense, y donde el poder se ejerce de forma patriarcal pues todos, absolutamente todos los altos mandos, son hombres. Esta iniciativa de la Diputada es como meter a un corderito a una jaula de lobos.
Si hay un espacio donde el poder se ejerce de forma misógina, patriarcal y machista, en México, es en el Ejército. No existe perspectiva de género al interior de las fuerzas armadas. Y aquí varios dirán, ¡pues por eso que haya más mujeres! Y sí, solo a través de la participación VOLUNTARIA de las mujeres en las fuerzas armadas, es como se pueden ir feminizando e incorporando una perspectiva de igualdad de género, pero es muy diferente que estas mujeres ingresen a las filas de ejercito o del Servicio Militar Nacional por VOLUNTAD PROPIA, a que lo hagan OBLIGADAS por la ley.
La iniciativa no fue discutida y se retiró de la orden del día ante el escándalo que generó en un contexto de alta militarización del país. Cabe destacar que el presidente López Obrador ha ordenado durante estos años de su gobierno, que los militares salgan de los cuarteles y no solamente cumplan con funciones de seguridad pública que en realidad son competencia de la Guardia Nacional, sino también que construyan obras como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles y que hasta sean los encargados de las jornadas de vacunación contra la COVID en todo el país.
Sorprende que incluso las voces más críticas de ese proceso de militarización, que se oponen fervientemente a ella porque “ponen en guerra al país” y son “generadoras de violencia”, hayan sido las mismas voces que manifestaron su beneplácito ante la iniciativa retrógrada y machista de la Diputada Imelda Pérez, mostrando así que no les importa la militarización del país, sino que la suya es una postura partidista, electorera, mezquina, y además de todo, que son machistas.
Ahora bien, ¿por qué la iniciativa de servicio militar femenino obligatorio es una iniciativa machista?
Porque el Estado militarista es machista, decir que la iniciativa busca promover la equidad de género, es una forma de romantizar la militarización del país.
Los Estados que se han militarizado son los estados que mayores retrocesos en materia de derechos humanos han tenido, y por supuesto los estados donde los derechos de las mujeres más han sido vulnerados.
En un país donde matan mujeres por el simple hecho de ser mujeres en sus propias casas, ¿Qué les hace pensar que si prestan servicios militares no serían víctimas de violencias en el reclutamiento, la prestación del servicio, y hasta en funciones en el territorio ante la ola de inseguridad y violencia de género que azota a todo el país?
Por eso resulta tan importante que los legisladores se preparen, estudien, se asesoren e incorporen la perspectiva de género en su actuar público, para que no anden proponiendo iniciativas que vulneren los derechos humanos de las mujeres.
Pero para que la Diputada no se quede sin iniciativas y pueda seguir impulsando la equidad de género en el país, aquí le dejo 3 propuestas que puede volver iniciativas, para aumentar su productividad legislativa y en las que estoy convencida, contará con el apoyo de colectivas feministas, organizaciones y de muchísimas mujeres en el país.
1.- Impulsar un sistema nacional de cuidados
2.- Aumentar las licencias de paternidad
3.- Impulsar la ley de Violencia Vicaria a nivel nacional.