El video en el que Marcos Castro, secretario general del PAN, aparece de madrugada con una mujer en la sede estatal del partido ha sido lo más viral de las últimas horas.
Fue el periodista Arturo Luna quien este martes soltó una bomba que, seguro, ha desencadenado problemas personales y laborales para el líder, quien es cercanísimo al alcalde con licencia, Eduardo Rivera.
📿 #EXTRA 📿 Así la doble moral de muchos panistas poblanos.
— Arturo Luna Silva (@ALunaSilva) July 16, 2024
Se desgarran las vestiduras por la despenalización del #aborto, pero hay quienes usan la sede del @PANPuebla2124 para vivir tórridos romances con una guardia de seguridad, como el secretario general @MarcosCastro40 👇🏻 pic.twitter.com/iFRitgQiyT
Hoy, en su columna “Garganta Profunda”, Luna aclara que se trata de un video del 2022 y advierte que hay más material sobre un “uso indebido de las instalaciones del PAN”.
La revelación del video ha desencadenado dos tipos de posturas.
Los pocos que defienden a Castro acusan un ataque consecuencia de haber atizado al grupo de conservadores contra el aborto. Bueno, hasta amenazaron a los diputados si lo aprobaban.
Señalan que se trata de su vida privada y aluden, ahora sí y porque les conviene, al feminismo para condenar la aparición de una mujer, cuya identidad aún se desconoce.
Para la primera hay que decir que, si así fuera, el material tendría que haber salido durante y no después de la despenalización. Ahorita ya qué efecto puede tener en la aprobación de la reforma, ninguno.
Lo que sí es importantísimo ahora es que devela la “doble moral” que siempre ha distinguido a muchos panistas.
¿Cuántos de los que participaron en la manifestación pugnando por los no nacidos son de moral intachable?
Ahora, tratándose de Castro estamos hablando del líder de un partido que vende a sus militantes como católicos impolutos.
Si, como ellos dicen, los militantes tienen dicha ideología, su líder no puede ser contrario a ella.
Ahora, en el caso de la vida privada, empecemos recordando que el líder es un personaje público. Todas sus acciones pueden ser revisadas y publicadas.
Segundo, está en la dirigencia estatal de partido, una parte de la operación de dicha sede se paga con dinero público, por las prerrogativas.
Otra, muy mínima tal vez, se debe a la aportación de cuotas de los militantes.
Así que es un personaje público, mal usando un edificio partidista, en contra de la ideología del partido que representa.
Bien dice Luna, Castro aspira, más bien aspiraba, dirigir el PAN.
Pero, no duden que quedará dentro de la estructura. Porque así es el “pacto patriarcal”.