El 8 de marzo más de 50 mil mujeres poblanas salieron a las calles en diversos puntos del estado para exigir un alto a la violencia feminicida. Las historias de muchas de ellas se contaron en carteles con sus fotos.
Asesinadas por un desconocido que las vio pasar, por sus parejas, sus esposos o sus novios. En la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) sus familiares y amigos exigieron justicia.
Ese día desapareció María Gabriela de los Ángeles López Camarillo, tenía 48 años. Tres días después encontraron su cuerpo en pedazos en la alcantarilla de su propia casa en el fraccionamiento Los Héroes de Puebla.
Dos días después, el 13 de marzo, encontraron el cuerpo de Pamela Manig Vargas, de solo 17 años. Desapareció el 10 de marzo luego de salir de su casa en San Miguel Mayorazgo.
Y hoy, 14 de marzo, el cuerpo de una mujer con un disparo en la cabeza se localizó en Tehuacán. Aún no han revelado su identidad, solo que tendría entre 25 y 30 años.
Los tres feminicidios ponen en alerta a Puebla y al gobierno que por primera vez tiene una estrategia integral en contra de la violencia de género.
Ley Monzón
Este día en el Estado de México y en Sinaloa se presentó la Ley Monzón, que fue aprobada en Puebla la semana pasada.
Este estado y su impulsora, la diputada Mónica Silva, se ha convertido muy rápido en ejemplo nacional para que esta legislación se apruebe en más estados.
En el Estado de México la reforma la impulsan las diputadas María Luisa Mendoza y Claudia Desiree.
En Sinaloa la han presentado Almendra Negrete y Felícita Pompa.
La Ley Monzón retira los derechos de patria potestad a los vinculados a feminicidio o tentativa de feminicidio, para salvaguardar a los menores de edad y evitar que convivan con un violentador.
Debe su nombre a la activista y abogada poblana, Cecilia Monzón, quien fue asesinada en Puebla el 21 de mayo por el padre de su hijo, el político Javier López Zavala.
Y es que su agresor intentó usar al hijo de Cecilia para conseguir beneficios de la familia de la víctima.