Que Sebastián Orozco se vaya del PRI es la exigencia que ha comenzado a llegar al escritorio del dirigente estatal del partido, Néstor Camarillo.
Desde la semana pasada sus exparejas Raquel y Ana Karen denunciaron en diferentes medios de comunicación haber sido víctimas de violencia por parte de Sebastián.
En Ambas Manos platicamos con ellas. La situación es grave. Ambas ya presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por violencia familiar.
Aseguran que hay una víctima más, quien decidió huir del estado por temor a represalias.
El dirigente del partido, quien en su foto promueve la “no violencia”, es en realidad un violentador de mujeres.
Tres casos, aunque fuera uno solo, no deben ser minimizados.
Por ello, les decía yo al inicio de mi columna, ya hay una petición formal.
Por su puesto, Orozco niega todo, acusa una “guerra sucia” en su contra. Da una serie de calificados a estas mujeres, que no viene al caso citar.
Sin embargo, todo indica que sus días están contados.
Ya hay una petición formal para que se separe de su cargo, atienda las denuncias en su contra y, si sale absuelto, regrese.
No puede quedarse cuando el PRI fue uno de los partidos que a nivel nacional impulsó la Ley 3 de 3 contra la violencia.
Esta es la entrevista que la periodista Magarely Hernández, hizo a dos de las tres víctimas de Sebastián.