En mi destino debe estar, para mal, Jesús Muñoz Castellanos, cada vez que se me olvida que existe, vuelve a aparecer.
Antes de empezarles a contar su nueva travesía como violentador profesional, los pongo un poco en contexto.
Primero aclaro que yo lo denuncié en 2017 por aventarme gas pimienta cuando conducía mi auto luego de que le reclamé por ir en sentido contrario.
Eso es lo menos importante, pero es necesario que lo sepan, porque cierto es que lo juzgo de mi experiencia.
La denuncia que interpuse en su contra bastó para impedir que en septiembre del 2020 llegara al Consejo Consultivo de la Comisión de Derechos Humanos.
Bueno, pues la lección no le sirvió de nada, me dicen que Muñoz Castellanos sigue siendo un patán y ahora enfrentará otra denuncia en su contra que podría devenir en un caso de abuso de autoridad y hasta de privación ilegal de la libertad.
Ahora sí les cuento.
Resulta que el 7 de diciembre, una semana después de haber sido nombrado jurídico del Conalep, Jesús Muñoz Castellanos emprendió la más terrible estrategia para renovar al personal.
Todos sabemos que cuando llega un nuevo titular al área la mayoría debe renunciar para dar paso al nuevo equipo, y unas semanas antes había llegado Edson Cortés.
Pero ¡Hay formas!
Según la querella que están por presentar en su contra. Muñoz Castellanos violentó, incomunicó y hasta encerró con llave a los titulares de área para que firmaran sus renuncias voluntarias.
Tanto que los agredidos tuvieron que llamar al 911 para poder salir.
Sí, la policía llegó a las oficinas en La Paz le hizo saber al, disque abogado, que tendría que dejarlos ir. Solo así lo hizo.
Los afectados ya renunciaron, no pretendían negarse. Hicieron su entrega recepción y todo, no buscan con esta columna ser reinstalados ni que corran a Muñoz Castellanos.
Digo, su salida y la de Edson Cortés seguro sucederá en las próximas horas con el reacomodo en el gobierno.
Solo evitar que este hombre siga cometiendo estos actos de violencia a donde quiera que llega. Por eso, la denuncia está por presentarse ante Fiscalía y tienen como prueba el reporte que atendió la policía para dejarlos salir, fotos y videos de lo sucedido que no serán exhibidos aquí, para que sirvan como prueba del proceso judicial.