“Mi primera chamba”, los asaltantes de Lalo Rivera
Es condenable cualquier ataque a alguno de los candidatos que participan en la elección. También el asalto a la casa de cualquier persona. Pero es inevitable decir que los asaltantes del abanderado del PRIAN, Lalo Rivera son candidatos perfectos a un capítulo del famoso trend de TikTok “mi primera chamba”.
Contexto.
La noche del 4 de mayo, el candidato denunció en sus redes sociales que su fraccionamiento había sido allanado por varias personas y había lesionados.
Con el paso de los minutos y de forma vertiginosa supimos que entraron a la casa de una vecina del candidato panista. Golpearon a las vecinas y, según dijo Rivera en una rueda de prensa al día siguiente, advirtieron.
Cuando llegue (el candidato) lo recibiremos con un plomazo en la cabeza”
Lo que explico a continuación son solo hechos, que tiene el objetivo de que todos estemos informados sobre lo que pasó y hagamos criterio de aquello.
De acuerdo a lo dicho por el candidato y las autoridades municipales esto pasó:
Los asaltantes llegaron al fraccionamiento donde vive Eduardo Rivera, en Zavaleta a buscarlo.
Buscaban a Rivera, quien, dos horas antes, había tuiteado que estaba en un evento en Tlatlauquitepec. Que se encontraba, como él lo dijo, en una gira al interior del estado. Gira que decidió interrumpir para regresar a la capital.
El caso es que los asaltantes se equivocaron de casa. Golpearon y amenazaron a una mujer y a su hija que creyeron miembros de su familia. La familia del candidato es pública y está activamente participando en campaña, así que es plenamente identificable.
Aunque advirtieron que lo esperarían, por alguna razón que no ha sido explicada, mejor se fueron. Escaparon, eso sí es interpretación mía, por alguna barda, porque dudo que hayan salido por la puerta de un fraccionamiento cerrado.
Huyeron, según dijeron las autoridades estatales, en una Jeep Patriot, pero pues no tenían gasolina así que decidieron parar en una estación a llenar el tanque.
Hay que decir que salen de Zavaleta y toman la decisión, no de ir a las afueras de la ciudad, hacia la autopista México-Puebla por ejemplo.
Lo que hacen es manejar hacia el centro, se desvían en la Atlixcáyotl y, por qué no, cargan gasolina en la estación frente al Centro Integral de Servicios (CIS), ahí la policía municipal detiene a dos personas, un hombre y una mujer de origen colombiano.
Como si no hubieran intentado atentar en contra de uno de los actores políticos más importantes del momento, un candidato a la gubernatura.
Para ese entonces los panistas, hasta los nacionales, ya habían hecho trending topic el #EstoyContigoLalo.
Es de verdad fortuito que, quien sea que haya contratado a estos malandros, haya hecho una pésima selección. Qué suerte que, con encomienda tan importante, erraran de casa. Que no tuvieran mínima idea de quiénes son los miembros de su familia. Que, al darse cuenta del error, huyeran y descartaran la idea de moverse a la casa de junto, que no cayeran en cuenta que ya estaban dentro del fraccionamiento.
La mayor de las suertes es que saliendo para huir se dieran cuenta que se quedaban sin gasolina, pasaran a cargar y hoy dos de ellos estén detenidos.
Gracias a todo ello, en pleno 5 de Mayo el candidato Lalo Rivera pudo ofrecer una rueda de prensa en un famoso hotel del Centro. Clamó justicia justo cuando, arriba en Los Fuertes, el presidente Andrés Manuel López Obrador pronunciaba un discurso patriótico antes del inicio del Desfile del 5 de Mayo.
Hoy su noticia llena los cabezales de medios locales y nacionales.
Esperemos que pronto la Fiscalía General del Estado (FGE) esclarezca los hechos para evitar que los ciudadanos quedemos entrampados entre discursos partidistas.