La guerra al interior del PAN en Puebla está a todo lo que da y podría culminar con la expulsión de los dos militantes que más se han inconformado con el Yunque —el grupo que actualmente controla el partido—, me refiero a Eduardo Alcántara y Genoveva Huerta.
Dudo que desconozcan el caso, pero por si las dudas, los pongo en contexto. En el 2021, Erika de la Vega inició un proceso en contra de Alcántara por acoso sexual y lo llevó también al plano de la violencia política de género.
El Tribunal Electoral del Estado de Puebla ya decidió inscribir al diputado panista en el padrón de agresores por tres años, lo que le impedirá convertirse en candidato durante ese periodo de tiempo. Además, involucró a Genoveva Huerta, quien en ese momento era dirigente, y le pidió tomar un curso de género.
Falta una instancia, la Sala Superior del Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) que, al parecer, está siendo cabildeada por ambas partes para lograr una resolución conveniente.
¿A quién favorece Guerra interna del PAN en Puebla?
Lejos del tema de violencia política de género y acoso, que sigue litigándose, y que es lo más importante, hay que decir que el caso ha sido favorable para cierto grupo del PAN que desde hace meses se enfrenta al que lideran Genoveva Huerta y Eduardo Alcántara.
Al grado de que al interior del partido en estos momentos trabaja el equipo jurídico para ver qué tan viable es expulsarlos de Acción Nacional y, así, terminar de una vez por todas con la división.
¿Es posible su expulsión?
Según los Estatutos del Partido, la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista es la que tiene la función de conocer sobre los procedimientos contra los militantes. Lo hará a solicitud del Comité Directivo Estatal, la Comisión Permanente, la de Anticorrupción, o la Comisión Permanente Nacional o del Comité Ejecutivo Nacional.
En ninguna parte de los estatutos del PAN se habla de violencia de género. Solo el artículo 128 enuncia las causales y el caso de Alcántara y Genoveva Huerta solo podría encuadrarse en “indisciplina”.
También analizan encuadrar la falta como “ataques de hecho o de palabra a los Principios de Doctrina y programas del Partido”.
La guerra al interior del PAN en Puebla está a todo lo que da. El Yunque tiene la oportunidad perfecta para deshacerse de los dos líderes de su oposición, pero Huerta está pidiendo la intervención Marco Cortes.
La duda es…
¿Si los expulsan, a qué partido se irán?