La copiadera en el Congreso de Puebla podría decirse que es el sello de esta LXI Legislatura. Hemos visto a varios diputados copiarse entre ellos las iniciativas, sobre todo cuando tienen enfoque feminista o de género porque hoy son “las más populares”.
Pasó con la Ley Malena y hoy acaba de suceder con la Ley de Cunas Vacías presentada el 20 de marzo por la diputada del PAN, Aurora Sierra.
Sucedió el pasado jueves 25 de mayo, precisamente mientras la diputada grababa el polémico video en el que acusó violencia política de género por parte de un medio de comunicación.
Ese día subió a Tribuna el diputado de Morena, Carlos Evangelista, para presentar la misma iniciativa que él llamó Ley de Brazos Vacíos.
Subió él, como protagonista, pero el documento está firmado por los diputados Daniela Mier, Angélica Cervantes e Iván Herrera.
Modifica el mismo artículo que la reforma presentada un mes antes por Aurora Sierra. Establece cierto número de semanas de descanso, para las mujeres embarazadas que sufran una muerte “perinatal o neonatal”.
Mi duda es ¿cuál es el afán de presentar una misma iniciativa un mes después?
¿Es casualidad que se haya hecho en los mismos días en que Aurora Sierra fue “evidenciada” por un error de dedo?
El llamado de Sánchez Cordero
Un llamado de atención importantísimo sucedió este lunes en Puebla. Resulta que la senadora y exministra Olga Sánchez Cordero estuvo en el estado para asistir al Foro Nacional de Acceso a la Justicia para las Mujeres.
Ahí hizo un llamado al Congreso de Puebla para ya legislar la despenalización del aborto.
Estamos buscando que las mujeres no tengan que enfrentar un proceso penal y que vayan a la cárcel, hay que decirlo con todas sus letras, no queremos a las mujeres en la cárcel por haber abortado”, dijo.
La postura de los diputados que se niegan a pasar la iniciativa, entre ellos el presidente del Congreso, Eduardo Castillo, es que “hay que realizar foros de consulta
Esto a pesar de que ya existe un mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
¿Será que a Olga Sánchez Cordero sí le harán caso?