Julio Huerta se convirtió en el primero de los contendientes a la gubernatura de Puebla en renunciar a su cargo para dedicarse completamente a sus aspiraciones rumbo al 2024.
Además, es el primero —desde que Morena estableció las reglas de la contienda interna— en pronunciarse abiertamente por una de las “corcholatas” a la Presidencia, por Claudia Sheinbaum.
A partir de este lunes, según ha dicho el exfuncionario, se dedicará de tiempo completo a dos cosas. Primero, prometió que hará ganar a Claudia Sheinbaum en la encuesta y, segundo él también buscará ganar la encuesta para convertirse en el candidato de morena a la gubernatura de Puebla.
Lo que ha hecho Julio Huerta podría ser un salto al vacío si tomamos en cuenta que no hay nada claro sobre quién será él o la candidata a la Presidencia. Si bien Sheinbaum aparece como puntera en la mayoría de los sondeos, hay quienes creen que es posible que sea Marcelo Ebrard.
Otros cuantos creen que Adán Augusto aún podría lograrlo, a pesar de que aparece muy bajo en los sondeos.
Lo que ha hecho Huerta es casi casi amarrarse a Sheinbaum, si ella no llegara a ser, que lo veo muy difícil, sus posibilidades también caerían.
Huerta se destapó en un evento multitudinario en el Centro Expositor llegó flanqueado por Javier Aquino, jefe de la oficina del gobernador, y por Andrés Villegas, presidente del Consejo Estatal de Morena.
La mayoría de los integrantes del gabinete estuvieron ahí. La secretaria de Turismo, Marta Ornelas; la de Biesnestar, Liz Sánchez.
También la de Medio Ambiente, Beatriz Manrique; Luis Roberto Tenorio, de Infraestructura; y Gabriel Biestro, del Trabajo.
El presidente del Congreso, Eduardo Castillo, la dirigente del partido, Olga Romero Garci Crespo. Diputados locales y hasta el diputado federal, Alejandro Carvajal.
Aseguran que congregó a más de 160 presidentes municipales de todos los partidos. Entre ellos al de Teziutlán, Carlos Peredo y a Pepe Márquez, de Zacatlán, quien milita en el PRI.
Sin duda la renuncia de Huerta mete presión a los demás aspirantes. Sobre todo, a Alejandro Armenta, quien sigue siendo senador y a Nacho Mier, quien es diputado federal por Morena.
Aunque parezca que quedarse sin cargo lo deja descobijado, también ostentar un cargo y hacer campaña representa un peligro.
A partir de este lunes veremos a Huerta, como se dice comúnmente, como “soldado raso”.