No todos aprenden algo después de pasar meses tras las rejas, tal es el caso del exlíder de Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco, quien ya está de regreso.
A la redacción de Ambas Manos llegaron pruebas de que Pacheco ha vendido sus servicios de desestabilización. Lo que mejor sabe hacer.
Esos servicios empezaron este 4 de septiembre durante la manifestación de trabajadores del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL), conocidos como “naranjitas”.
Los trabajadores se reunieron afuera del Sindicato General Ignacio Zaragoza, ahí por el Parque Ecológico. Exigieron la destitución de su líder sindical Salvador Pérez Xilotl y de pronto empezaron los golpes.
En medio de la trifulca el líder sindical salió para encarar a los trabajadores y cuando vio el descontrol se fue en un auto a toda velocidad.
En el video que circuló por las redes sociales se puede ver que los que sí son trabajadores tratan de tranquilizar a los demás. Uno de los barrenderos abre los brazos para proteger al líder y les pide que se calmen.
Digo, puede que estén inconformes con el dinero que maneja el sindicato, pero no por eso son violentos.
Fueron los infiltrados quienes iniciaron la violencia. Entre los atizadores se puede ver claramente a Isabel Franco, operadora de Pacheco, quien se encargó de la “manifestación”.
El caso es que el proceso electoral está corriendo y Pacheco quiere regresar a su mina de oro. ¿Qué hacía? Vender la estructura del sindicato a quien considerara era el candidato que podía ganar, sin importar el partido político al que perteneciera.
Israel Pacheco estuvo cuatro años preso. En octubre del 2018 salió en libertad gracias a que ganó un amparo.
Fue detenido en diciembre del 2014, por el delito de extorsión, operado todo, dicen, por Eukid Castañón.
Hoy busca hacerse otra vez del control del sindicato, para ofrecerlo.
¿Podrá?