Saldo negativo enfrenta la coalición “Mejor Rumbo por Puebla” en este periodo de intercampañas, principalmente del lado del PRI y el PAN.
De ninguna manera quiere decir que Morena y partidos aliados, PT y PVEM, estén libres de problemas internos. Sin embargo, por el momento no son tan evidentes y hasta graves como en la oposición.
Si bien la verdadera batalla comenzará el 31 de marzo con el inicio de campañas, la definición de candidaturas a ediles y legisladores genera dificultades.
La alianza “Mejor Rumbo por Puebla” no ha logrado controlar las inconformidades y le puede afectar en las votaciones.
Lo malo es que la mayoría de estas “diferencias” han sido provocadas por priistas y panistas. En el caso de los primeros, por la avaricia y falta de liderazgo de su dirigente estatal, Néstor Camarillo.
Del lado del PAN, por la potencial imposición de alcaldes a volver a competir en esta elección pese al compromiso de apoyar a nuevos candidatos. O también por la férrea defensa de aspirantes con pasado oscuro como Inés Saturnino.
En el PRI la salida del partido por legisladores ha sido, por el momento, el caso más sonado en este periodo previo a las campañas. Sin embargo, no debe pasar por el alto, el agandalle de posiciones como el caso de Néstor Camarillo para competir por el Senado de la República.
Y no conforme con esto, el líder priista busca colocar a su esposa en los primeros sitios de la planilla de regidores al Ayuntamiento de Puebla.
Además, lanzó una convocatoria para cursos de capacitación a los interesados por una candidatura, pero con un cargo económico.
El PRI parece no tener fondo en su declive, iniciado en 2011, sin que a nivel nacional haya interés por rescatarlo.
Del lado del panismo, tampoco las cosas pintan positivas.
Los brotes de inconformidad por potenciales imposiciones empiezan a ser evidentes.
En San Andrés Cholula, un grupo de militantes alzó la voz para exigir que haya un nuevo contendiente a la presidencia municipal.
Este tipo de expresiones, revelan que pueden replicarse en otros municipios, lo que podría dejar heridas abiertas que afecten las campañas de los aspirantes a ediles.
A partir del 31 de marzo, sabremos si estos problemas en los partidos de la alianza “Mejor Rumbo por Puebla” han sido superados. O en su defecto, brotarán más quejas y señalamientos.
Comentarios:
@Marcomironc