Aunque las dos propuestas por dirigir al PAN en Puebla prometen una reestructuración interna para ser opción en la próxima elección, también buscan beneficios.
La preocupación de ambas planillas es que la población confíe en el panismo como opción de gobierno, por debe corregirse los errores del pasado.
Tal es el caso de tomar en cuenta solamente a un grupo o a los afines al proyecto de la dirigencia estatal. También es quitarse la imagen de funcionar como oposición endeble sin cuestionar el desempeño del gobierno en turno.
Confianza de la militancia es el primer paso que deben recuperar los candidatos al PAN, Felipe Velázquez y Mario Riestra.
Cualquiera que gane para dirigir los destinos del PAN tendrá que trabajar rápidamente en lograr ese objetivo. Será indispensable mostrar apertura o inclusión a todas las expresiones.
Sobre todo en el interior del estado donde es visto Acción Nacional con cierto recelo por lo ocurrido por la actual dirigencia estatal.
Existe inconformidad por el abandono de la militancia a ser escuchados y que sus propuestas quedaran en el olvido. En consecuencia, se han dado renuncias o fugas de cuadros importantes a otros partidos como Morena.
El PAN debe mirar lo ocurrido con el PRI. De ser el partido político dominante a quedar como una expresión política en agonía.
Las promesas de Felipe Velázquez y Mario Riestra de no buscar beneficios personales para la próxima elección constitucional, debe tomarse con ciertas reservas.
Ninguna dirigencia ha quedado al margen de posiciones directas o para los suyos.
Aunque los dos candidatos prometan o perjuren que ahora será distinto, ninguno puede asegurar que será diferente.
Si bien a nivel nacional, el PAN busca cambiar el rumbo para las dirigencias estatales no sea beneficiadas con candidaturas, siempre habrá opciones.
Ojalá en esta ocasión sea distinto porque en la elección de junio pasado, las candidaturas se repartieron en beneficios de familiares y amigos.
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@Marcomironc