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La venganza del Yunque

Columna Alfombra Negra.

Foto del columnista Marco A. Mirón Cortés.

En 2011, cuando Rafael Moreno Valle Rosas se hizo del control absoluto del PAN, el Yunque fue marginado y sus militantes exiliados o perseguidos. Esta historia, parece repetirse.

Esta vez pero a favor de esta organización de ultraderecha que no quiere se repita lo ocurrido en el pasado.

Desde la llegada en 2006 de Rafael Moreno Valle, poco a poco fue sacando del juego político al panismo tradicional y fue una realidad en 2011 cuando ganó la gubernatura.

Todo aquel panista del grupo tradicional fue ignorado, exiliado y su defecto, perseguido si alzaba la voz contra la nueva “sangre azul” morenovallista.

La prueba está en la persecución contra el entonces exedil Eduardo Rivera Pérez. En su momento fue inhabilitado desde el Congreso local por 12 años por supuestas irregularidades administrativas de su cuenta pública 2013.   

Otros más, como Ana Teresa Aranda, decidieron renunciar a las filas de Acción Nacional.

Sin embargo, todo cambio a favor del Yunque el 24 de diciembre de 2018. El entonces senador Rafael Moreno Valle y su esposa, la gobernadora de ese momento, Martha Erika Alonso, perdieron la vida en un accidente aéreo.

Nuevamente se reagrupó el panismo tradicional, recuperando poco a poco los espacios perdidos y echando a los morenovallistas.

Los que han permanecido, han sido relegados como el caso de Jorge Aguilar Chedraui.

Otros casos, olvidaron su estirpe morenovallista, como Mario Riestra y Jesús Zaldívar, y alinearse con quienes tienen el control del partido para permanecer vigentes.

Sin embargo, otros tienen cuentas que saldar por ser “incómodos”.

Tal es el caso del diputado local, Eduardo Alcántara Montiel, por cometer violencia política de género.

Este personaje, contrario a los intereses del Yunque, será exiliado para cumplir su sanción oficial y de paso, desaparecido –por un tiempo- rumbo al 2024.

También le toca turno a la diputada federal y aspirante a la candidatura blanquiazul a gobernadora, Genoveva Huerta.

La exdirigente estatal ha tenido varios “roces” con quienes controlan al partido político, como la actual dirigente estatal, Augusta Díaz de Rivera.

Las diferencias entre ambas se agudizaron este fin de semana.

La diputada federal pidió a la líder local panista transparentar el gasto de la construcción de la nueva sede del Comité Estatal.

La respuesta vino de manera inmediata al aprobar el Consejo Estatal la auditoría a la gestión 2021 de Genoveva Huerta como líder local.

El Yunque-panismo tradicional quiere cobrar viejas facturas y dejar de lado a todo aquel que no esté de acuerdo con su línea de trabajo.

Las diferencias entre panistas están lejos de terminar.

Lo más grave es que la unidad interna es fundamental para tratar de ganar en el 2024.

Tal vez, estarán conformes con solamente ganar municipios importantes de la zona metropolitana.

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