El Yunque y sus allegadoscomienzan a impulsar una estrategia para rechazar elección abierta a la militancia para renovar la dirigencia estatal del PAN.
Se trata de advertir de la “intromisión externa” que pondría en riesgo la identidad y el rumbo político del panismo.
“Vender” esta idea con declaraciones públicas, serviría para limpiar el camino a los actuales mandos de Acción Nacional para quedarse al frente del partido.
Tal es el caso de la reciente postura emitida por la diputada federal, Carolina Beauregard, quien advirtió que Morena podría involucrarse en la vida interna.
“Me parece importante cuidar es que las manos de Morena incidan en el proceso interno del partido, que puedan tratar de cooptar panistas”.
La legisladora agregó que esta posibilidad puede darse sobre todo en el interior del estado, donde se tiene detectados a panistas que operaron con Morena.
Este pronunciamiento será replicado por otros personajes ligados al grupo que mantiene el control de Acción Nacional.
La idea es advertir del riesgo de la intromisión externa a la vida interna del partido azul y por eso, no se debe arriesgar a una elección abierta.
A más tardar en diciembre de este año, debe renovarse la dirigencia estatal del PAN, actualmente al mando de Augusta Díaz de Rivera.
El grupo que mantiene los hilos panistas quieren que la designación esté en manos de los 100 miembros del Consejo Estatal. De esta manera, cerrar el paso al voto de la militancia.
La advertencia de Carolina Beauregard puede que tenga cierta lógica porque no es un secreto la existencia de panistas con la camiseta de Morena. Pero de ahí a negar por completo participar a la militancia está fuera de lugar.
Lo mejor es comenzar con el proceso de depuración y señalar, públicamente, los nombres de quienes están a favor del partido guinda.
Tal vez puedan salir “peces gordos” como podría ser algún nombre que busca dirigir los destinos del PAN.
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