Las encuestas parece que dejaron de servir como punto de referencia respecto a las preferencias electorales de la población. Al menos así lo demuestran los últimos resultados.
Son consideradas actualmente como una simple herramienta de estrategia electoral y buscan de influir en el ánimo del votante.
Sin embargo, no se le considera actualmente como un elemento clave para tener una radiografía vital sobre lo que puede pasar en el día de la elección.
La reputación de la mayoría de estas empresas ha venido a la baja. No tiene caso hacer mención de algunos nombres porque finalmente, respondieron a las “necesidades del cliente”.
Como ejemplo está lo ocurrido en 2010 en la batalla electoral entre el entonces priista, Javier López Zavala y el panista, Rafael Moreno Valle Rosas.
Ninguna encuesta vaticinaba el triunfo del contendiente del PAN. Por el contrario, le auguraban una derrota hasta por 20 puntos de diferencia.
La realidad fue diferente y por todos conocida. Moreno Valle ganó por dos dígitos al priista, sin que hubiera margen de impugnación.
Otro ejemplo de la caída en la credibilidad de estos instrumentos mediáticos fue en los comicios de 2021.
Tal fue el caso en la alcaldía de San Andrés Cholula. La entonces presidenta municipal, Karina Pérez, planteaba reelegirse y se apoyaba según en resultados de las encuestas para lograr el objetivo.
Aparecía como “víctima” el contendiente del PAN, Edmundo Tlatehui, quien ya había perdido en 2018. Las encuestas daban por ganadora a la integrante de Morena. La realidad fue diferente sin que cumplieran los pronósticos.
Previo al inicio en este 2024 de las campañas locales de Puebla, han surgido resultados de estudios demoscópicos de diferentes candidatos a puestos de elección popular.
Tal es el caso de la gubernatura del estado, donde hasta 25 puntos de diferencia marcan a favor del morenista, Alejandro Armenta Mier.
Del lado del equipo del panista, Eduardo Rivera Pérez, consideran una exageración ese pronóstico.
La realidad es que sí aventaja Armenta Mier a Rivera Pérez, aunque algunos consideran que la brecha no es tan amplia como se ha dicho.
El próximo 2 de junio sabremos si las encuestas, la mayoría, recobran nuevamente cierta credibilidad o para variar, pierden legitimidad.
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@Marcomironc