La actual legislatura local está lejos de trascender y pasar a la historia por impulsar reformas legales de vanguardia o de impacto en la población.
Los diputados dieron un paso fundamental en proteger a las mujeres con la Ley Melena y la Ley Monzón. Sin embargo, son reacios con despenalizar el aborto.
Representa un tema complejo al existir propuestas a favor y contra por parte de diferentes sectores de la sociedad.
El congreso local está sin abonar con una postura clara, al asumir la misma estrategia de anteriores legislaturas: indefinición.
Así lo han manifestado diferentes diputados y recientemente el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Eduardo Castillo López.
De hecho el presidente del congreso local, no tiene la menor idea de cómo abordarlo y dar “largas” a los colectivos que exigen legalizar la interrupción del embarazo en sus primeras semanas.
Eduardo Castillo no se atreve a decir que lo que presuntamente ya se conoce: ni dictaminado en comisiones ni mucho menos votado ante el pleno.
Se les debe reconocer a los diputados locales su trabajo de la semana pasada, al aprobar ante el pleno del Congreso local dos leyes importantes.
La primera llamada Ley Malena, consistente en considerar como tentativa de feminicidio los ataques con ácido. La segunda, la Ley Monzón, quita la patria potestad a los padres vinculados a proceso por intento o feminicidio.
El poder legislativo local pasaría a la historia si completara el proyecto que permanece en el escritorio desde hace más de cuatro años.
No existe voluntad política.
Menos en este año cuando ya empieza a calentarse el ambiente político con la próxima definición de los candidatos a gobernador, ediles y diputados.
Pese a las marchas y señalamientos de colectivos que solicitan la despenalización del aborto, el tema no será votado ante pleno.
Las declaraciones de legisladores de abrir foros de consulta para tomar en cuenta a todas las expresiones, son muestra que nuevamente quedará en la “congeladora”.
El mismo morenista Eduardo Castillo López lo dejó en claro en reciente entrevista, “hasta que exista consenso con todas la bancadas”.
Las colectivas feministas tendrán que esperar, seguramente, la próxima legislatura, pero sin ninguna garantía se legalice la interrupción del embarazo.
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