La repartición de candidaturas a “privilegiados” no solamente ocurre en el priismo poblano, también al interior del PAN. De ahí que exista una especie de “brazos caídos” en apoyo a la nominación de Eduardo Rivera por todas las expresiones panistas.
Este miércoles sesionó la Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN para elegir a los aspirantes a diputados federales por la Cuarta Circunscripción. Se puede decir que a Puebla le fue bien de los 10 lugares disponibles.
Tres fueron para panista poblanos, mientras que Tlaxcala, Hidalgo, Guerrero y Morelos, obtuvieron una posición.
Y le fue bien al PAN poblano porque obtuvo la tercera posición y prácticamente está asegurada para formar parte de la próxima legislatura.
Ahí es donde al interior de las diferentes expresiones poblanas de Acción Nacional han mostrado su malestar. Y es porque fue dicha posición fue designada sin tomar en cuenta, eso dicen, experiencia e “imán” para atraer votos.
El tercer lugar de los 10 que corresponden a la Cuarta Circunscripción es para Liliana Ortiz a propuesta de la Comisión Nacional Permanente.
Ni más ni menos que la esposa del exedil capitalino y actual candidato a gobernador de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Es algo que ya se esperaba sin que deje de causar disgusto en grupos panistas no afines al actual contendiente.
En otras palabras, la molestia es porque solamente “El Yunque” está logrando las mejores posiciones.
La quinta y décima posición de la Cuarta Circunscripción corresponde a Genoveva Huerta, ex dirigente estatal panista y diputada federal y para Pedro Ramos. Sin embargo, de ninguna manera se compara con un lugar privilegiado como el de Liliana Ortiz.
Es decir, al interior de la coalición “Mejor Rumbo por Puebla” el agandalle está en su máxima expresión para los amigos y parientes de candidatos y dirigentes estatales.
En la anterior columna se expuso el caso del PRI, donde Néstor Camarillo, dirigente estatal. Se aprovechó de las circunstancias para promoverse como candidato al Senado, en lugar de impulsar a figuras como alto reconocimiento local.
El PRD seguramente hará lo mismo. Lo mismo pasa con el otro partido aliado, PSI. Su dirigente y su hija, Carlos y Nadia Navarro, tienen asegurada una curul para los próximos tres años.
Por cierto, Eduardo Rivera es el único candidato a gobernador que propuso a su esposa como candidata a diputada federal plurinominal para la elección de este año. A más tardar, el 8 de febrero, será oficial el registro de Liliana Ortiz antes las instancias panistas.
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