En la página de Facebook “Te seguimos buscando Adair” ya se publicó un moño negro y el hashtag de búsqueda cambió por la exigencia de justicia. A un mes del hallazgo y tras conocer los resultados de las pruebas de ADN, la familia confirmó que Adair Flores Cruz fue asesinado y calcinado en la cajuela de su propio vehículo.
El joven se dedicaba a las ventas y el pasado 6 de septiembre salió de su domicilio ubicado en la capital poblana. Viajaba en un vehículo Volkswagen New Beetle modelo 2015 color rojo con placas de circulación TUB294A.
Su familia lo vio por última vez en compañía de su amigo Armando Ruiz, pero desde ese día se perdió todo tipo de comunicación con ellos.
Enseguida comenzó una campaña de búsqueda en redes sociales. Amigos y familiares publicaron y compartieron la fotografía de Adair.
La madrugada del 7 de septiembre, a través del número de emergencias 91-1-, se solicitó el apoyo de los bomberos porque en calles de la colonia Bosques de Amalucan Segunda Sección un vehículo estaba envuelto en llamas.
Bomberos de la Policía Estatal atendieron la emergencia. Sin embargo, cuando apagaron el incendio por completo, descubrieron en la cajuela dos cuerpos calcinados. En ese momento no se sabía el sexo de las víctimas, pero el automóvil era un Volkswagen New Beetle.
Algunos medios de comunicación publicaron días después que posiblemente uno de los cuerpos correspondía a Adair, el joven desaparecido; sin embargo, la familia nunca lo confirmó. Incluso, crearon en Facebook una página llamada “Te seguimos buscando Adair” y pidieron a amigos, vecinos, familiares y conocidos, seguir compartiendo su fotografía. Tenían la esperanza de que Adair estuviera vivo.
Los restos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar las pruebas de identificación y causa de muerte. El 11 de octubre, el hermano de Adair confirmó que uno de los cuerpos era de su hermano.
Hoy se confirmó la muerte de Adair Flores. Fue asesinado en Puebla y quemado en la cajuela de su vehículo. Fue mi amigo, mi compañero del centro escolar y jugador del Morelos F.C. Era un ser humano muy movido y resuelto. Su ausencia se suma a los miles que este país ensangrentado registra. Te extrañaremos”, publicó uno de sus amigos.
La noche del pasado 15 de octubre su familia realizó una misa en su honor. En tanto, no se ha confirmado si el otro cuerpo correspondía a su amigo Armando.
