La mañana del 22 de noviembre de 2022 fue la última vez que Ana Karen vio a sus hijas. Estaba amamantando a la menor, que en ese entonces tenía mes y medio de nacida, cuando Erick, su pareja, le dio una cachetada. Después de golpearla, se llevó a las niñas a casa de uno de sus hermanos y desde entonces no sabe nada de ellas.
Dos años, tres detenidos, 30 cateos y tres alertas Amber después, Ana Karen no ha podido recuperar a sus hijas. Erick y sus papás están vinculados a proceso por violencia vicaria y sustracción de menores y desde prisión se burlan y advierten que no regresarán a las niñas.
Ana Karen contó a Ambas Manos que todo comenzó la mañana de aquel 22 de noviembre. Eran aproximadamente las 07:00 horas cuando Erick L., médico de profesión, descubrió una receta y le reclamó por llevar a su hija a un pediatra.
Estaban en su casa ubicada en el fraccionamiento Jardines del Rosal, en San Pedro Cholula cuando Erick la golpeó. Después de la agresión, Ana Karen llamó a la policía, pero los uniformados municipales llegaron tres horas después.
Para ese entonces, Erick ya había sacado a sus hijas y las llevó a la casa del hermano, en el mismo residencial, donde vivía casi toda su familia.
Al tratarse de un tema familiar, los policías solicitaron la intervención de un juez auxiliar y llegó Alejandro Cante. También arribó personal de Protección Civil y policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado, pues todos debían presenciar el ingreso al domicilio para entregar a las niñas a su mamá.
Algo pasó que repentinamente el juez auxiliar de lo familiar “entró al baño” y cambió de opinión. Al salir, dijo que no podía hacer ninguna diligencia porque no tenía pruebas de que Ana Karen vivía con sus hijas. Ahí empezó el martirio.
Ana Karen denunció violencia familiar y ganó la custodia de sus hijas
La madre de las niñas denunció ante la Fiscalía General del Estado (FGE) violencia familiar con la agravante de violencia vicaria. Sin embargo, la Ministerio Público de Cholula no mostró interés en el caso y únicamente mandaba citatorios que, por su puesto, Erick y su familia ignoraban.
Ante el juzgado familiar también inició un proceso para quedarse con la guarda y custodia de las niñas y en febrero de 2023 la ganó. Hasta entonces se activó la Alerta Amber e inició un proceso por sustracción de menores.
A solicitud de la juez de lo familiar se ejecutaron 30 órdenes de cateo para tratar de localizar a las menores. Del total, 14 fueron en el mismo fraccionamiento Jardines del Rosal, otros 14 en la ciudad de Puebla y los dos más recientes en San Pablo del Monte y Zacatelco, en Tlaxcala. En ninguno estaban las niñas.
El 30 de junio de ese año, la FGE detuvo a Erick mediante una orden de aprehensión por violencia familiar y sustracción de menores. Quedó vinculado a proceso y bajo prisión preventiva justificada, por lo que ingresó al penal de San Miguel.
Las niñas quedaron en manos de sus abuelos paternos, José Francisco y Blanca Patricia, quienes fueron aprehendidos el pasado 24 de julio pasado por los mismos delitos. Ambos fueron vinculados a proceso; José Francisco se encuentra en el penal de San Pedro Cholula mientras que a Blanca Patricia la trasladaron al penal femenil de Ciudad Serdán.
En la última audiencia, el abogado de los abuelos paternos dijo: ¿quieren a las niñas? Aquí están, tengan la dirección y proporcionó el domicilio de Zacatelco que rentaban. Sin embargo, al llegar solo encontraron ropa para niña de un año; es decir, no era ropa reciente. Ana Karen y sus abogados creen que todo fue planeado.
Erick se amparó y logró la reposición de la audiencia de vinculación a proceso, pero la resolución fue la misma. Desde prisión, él y su actual pareja se burlan en redes sociales de la situación, pues pese a todo esto Ana Karen no ha podido recuperar a las niñas.
¿Con quién están? Las menores ahora están en manos de Jessica, la actual pareja de Erick y de sus hermanos Héctor y Katya L. Ana Karen tiene mensajes, publicaciones y entrevistas que los incriminan, pero la FGE se niega a solicitar órdenes de aprehensión en su contra.
Para Ana Karen, aunque hay tres detenidos la investigación continúa, pues los demás familiares están involucrados. Sin embargo, para la MP ya no hay nada más que hacer.
A Ana Karen de nada le importan los 30 cateos y los tres detenidos si no ha podido recuperar a sus hijas. Incluso, está en la mejor disposición de llegar a un acuerdo para que puedan seguir viéndolas si se las regresan.