A cuatro subió el número de víctimas mortales por la explosión de un polvorín en el municipio de Santa María Coronango, a principios de este mes. Todos eran integrantes de una familia y aún quedan dos mujeres hospitalizadas que luchan por sobrevivir.
La cuarta víctima es Melany A. B., de 16 años de edad y perdió la vida el pasado martes, cuando aún estaba internada en el Hospital del Niño Poblano (HNP).
Ambas Manos informó cuando el pasado sábado 1 de junio, alrededor de las 14:00 horas, se registró la explosión de un polvorín clandestino. Esto, en una casa ubicada en la privada San José y la calle Manzanares de San Antonio Mihuacan, junta auxiliar de Coronango.
Esto generó la intensa movilización de policías municipales y estatales, personal de Protección Civil, Bomberos y paramédicos de SUMA. Los cuerpos de emergencia determinaron que ocho personas resultaron heridas, pero dos afortunadamente no requerían de traslado a un centro hospitalario, pues sus lesiones eran ligeras.
Sin embargo, el resto, es decir los otros seis, sufrieron severas quemaduras que ameritaban su traslado de urgencia a distintos hospitales de la ciudad de Puebla.
Mientras tanto, el sitio quedó resguardado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un diámetro de más de 50 metros, lo que abarcaron los daños materiales.
Desafortunadamente la noche de ese mismo día se reportó el deceso de quien en vida respondía al nombre de Jaime, de 22 años de edad. Al día siguiente murió su padre que también se llamaba Jaime, de 55 años de edad. Ambos estaban internados en el hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud.
Posteriormente, a los tres días del estallido, murió Laura Estrella, hermana e hija de los dos primeros, también en el mismo nosocomio denominado Rafael Moreno.
Sube a cuatro las víctimas mortales de la explosión de polvorín en Coronango
Melany, por su gravedad, fue trasladada directamente a la Unidad Pediátrica de Quemados del HNP. Sin embargo, a 12 días de su ingreso, finalmente perdió la batalla contra la muerte.
La adolescente que era prima y sobrina de las víctimas mortales trabajaba con ellas en el taller de pirotecnia que laboraba de manera clandestina.
Según fuentes cercanas al caso, hace años Protección Civil clausuró el taller debido a que no cubría los requisitos necesarios para su funcionamiento.
Con misa de cuerpo presente despidieron a la adolescente en la parroquia de Mihuacan y la sepultaron en el panteón local.
Finalmente, se tiene conocimiento que aún se debaten entre la vida y la muerte, Martha Lilia, internada en el Hospital General de Huejotzingo y Jessica, de 16 años, hospitalizada también en el HNP, derivado de las severas quemaduras que sufrieron.
Aún continúan las investigaciones para determinar las causas del siniestro y se deslinden responsabilidades.