Pablo González Hernández fue detenido por supuestamente robar un perro en el municipio de Huauchinango, pero al siguiente día lo encontraron muerto en los separos de la comandancia. La Fiscalía de Puebla investiga un posible homicidio.
Tenía 39 años de edad y policías municipales lo detuvieron durante la tarde-noche del pasado lunes 7 de agosto tras acusarlo de robar un perro. Sin embargo, al no haber parte denunciante ni elementos para ponerlo a disposición por robo, ingresó a los separos solo por una falta administrativa.
La versión de los familiares es que en ese momento no contaban con el dinero para pagar la multa, así que Pablo durmió en los separos. Ahí los policías lo golpearon y a la mañana siguiente les notificaron que lo encontraron muerto.
El ayuntamiento filtró información a medios locales y señaló que el hombre murió por aparentes causas naturales. Agregaron que ya había sido detenido en múltiples ocasiones por alterar el orden público.
La familia de Pablo respondió con el certificado de defunción, en el cual se especifica que falleció por “hemorragia cerebral y contusión profunda de abdomen con estallamiento de bazo”.
Hoy, el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, echó abajo la versión del ayuntamiento que encabeza Rogelio López Angulo. Declaró en conferencia de prensa que sí investigan la muerte como homicidio. Esto debido a que el cuerpo presentó diversos golpes.
Pablo murió en los separos de Huauchinango; la CDH ya investiga
La Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDH) también ya se pronunció al respecto. En el comunicado 31/2023 informó que inició una queja de oficio.
Por ello, un equipo multidisciplinario se desplegó al municipio para contactar a la esposa de Pablo y demás familiares.
Ya se integró el expediente de queja y se giraron los oficios para solicitar la información necesaria, a fin de emitir la determinación que corresponda.