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Mario Marín seguirá en prisión por caso Lydia Cacho

Mario Marín seguirá en prisión por caso Lydia Cacho

El exgobernador Mario Marín Torres.

Mario Marín, el exgobernador de Puebla, seguirá en prisión el proceso que tiene en su contra por ordenar la tortura de la periodista Lydia Cacho. Así se determinó este día en audiencia.

Lo anterior lo informó la Organización Internacional de Derechos Humanos por la Defensa de la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información, Article 19. El exgobernador buscaba seguir el proceso en arraigo domiciliario, en el que lo señalan como autor intelectual.

Hugo Adolfo Karam, exsecretario de Seguridad Pública de Puebla, otro de los implicados en el caso, también buscó llevar su proceso fuera de la cárcel. Sin embargo, no pudo acreditar arraigo domiciliario y el juez ratificó la prisión preventiva en su contra.

Recientemente su defensa promovió un amparo, pero ya contra el auto de formal prisión.

Article 19 enfatizó que Lydia Cacho continúa en la búsqueda de justicia y reparación del daño. El camino ha durado más de 15 años.

Mario Marín fue detenido el 3 de febrero de 2021 en Acapulco, Guerrero, acusado de haber ordenado las torturas en contra de la periodista Lydia Cacho en 2005.

El 10 de febrero, un juez dictó auto de formal prisión en su contra y posteriormente ingresó al penal de Cancún, Quintana Roo. En enero de este 2023 el exgobernador de Puebla fue trasladado al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, “El Altiplano”, en el Estado de México.

En este mismo lugar duerme Javier López Zavala, un personaje político cercano a él, preso por el feminicidio de la abogada Cecilia Monzón Pérez.

Adolfo Karam, Mario Marín y Kamel Nacif, los que participaron en la tortura a Lydia Cacho

Al exdirector de la Policía Judicial en Puebla, Adolfo Karam, lo capturaron 18 años después de haber participado en la detención y tortura de la periodista Lydia Cacho en diciembre del 2005.

Lydia Cacho fue víctima del entonces mandatario de Puebla. Él, en acuerdo con Kamel Nacif, organizó detenerla y torturarla para hacerla firmar un documento en el que se retractaba de la red de trata descrita en su libro “Los Demonios del Edén”.

Para ello, Mario Marín usó el aparato del estado. Adolfo Karam ordenó a la Policía Judicial de Puebla detener a la periodista en Cancún y trasladarla a la Angelópolis.

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