La noche del martes 1 de octubre, un joven de 21 años ingirió cloro para quitarse la vida en un motel de Puebla.
Paramédicos y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acudieron al Motel Rush para atender el reporte de un intento de suicidio. El universitario originario de Tlaxcala, ingirió cloro y también se cortó las muñecas, brazos y cuello en una de las habitaciones del hotel.
Ante la alerta, técnicos en urgencias de la Cruz Roja acudieron a brindar los primeros auxilios para estabilizar al joven. Después de revisarlo, los paramédicos determinaron que no era necesario trasladarlo a un hospital.
Al motel ubicado sobre el bulevar Carlos Camacho Espíritu, en la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, llegó un amigo y compañero de dormitorio del joven. Después de unos minutos ambos se marcharon del lugar.
Mujer intenta suicidarse en las instalaciones de la CFE
Minutos después, policías recibieron un segundo reporte que señalaba que una mujer intentaba quitarse la vida electrocutándose en las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esto en el bulevar Municipio Libre y 16 de Septiembre de la colonia Jardín.
Policías municipales lograron ponerla a salvo y se notificó que, presuntamente, se encontraba bajo los influjos de alguna droga.
La mujer de 35 años, identificada como Maritza, se autolesionó mediante una descarga eléctrica que le causó quemaduras en el 40% de la superficie corporal.
Por estas lesiones, paramédicos de Protección Civil (PC) municipal le brindaron los primeros auxilios y la tuvieron que trasladarla a un hospital.
Como seguimiento, personal del Departamento de Atención a Víctimas le brindó apoyo psicológico para canalizarla con la instancia correspondiente.
Tanto en el caso del joven que ingirió cloro en el motel Rush de Puebla como la mujer que se electrocutó, los policías llegaron a tiempo para salvarles la vida. Además a las víctimas les proporcionaron orientación y ayuda psicológica.
Hasta agosto, la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI) de la SSC había atendido cerca de 300 casos de suicidio, solo en la ciudad de Puebla.
En la mayoría de los casos, las personas intentaron lanzarse de distintos puentes vehiculares, así como de ciclovías.