“Una tortura menos, un hijo más a casa”. Con esas palabras, María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos, informó que Jorge Ramírez Hernández, de 33 años de edad y desaparecido en junio de 2019, fue localizado sin vida.
Los señores Eladio y Juliana, padres de Jorge, me recibieron afuera del Servicio Médico Forense (Semefo) de la ciudad de Puebla. Como siempre, María Luisa los acompañaba; ella nunca deja solas a las familias del colectivo. Ella también buscó incansablemente a su hijo Juan de Dios hasta que lo encontró muerto.
Aunque mi intención era entrevistarlos, me hicieron saber de la manera más amable, que todavía no están listos para hablar. Apenas ayer recibieron la noticia y el martirio no ha terminado. El cuerpo de su hijo fue enviado a la fosa común desde hace mucho. Ahora buscan recuperar sus restos.
Sus rostros reflejan tristeza y dolor, mucho dolor. Jamás imaginaron encontrar a su hijo en esas condiciones y lo peor de todo es que el Agente del Ministerio Público (MP) de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) les pudo ahorrar años de sufrimiento.
La desaparición de Jorge Ramírez
Jorge Ramírez tenía 33 años; era padre, hijo y hermano. En Santa Ana Xalmimilulco, en el municipio de Huejotzingo, puso un negocio de materiales reciclables, pero el crimen organizado hizo de las suyas y llegó a cobrar derecho de piso.
Jorge no se negó; pagó hasta donde pudo, pero dejó de tener dinero y se lo llevaron. Fue visto por última vez el 27 de junio de 2019.
Su familia denunció y ante la falta de respuestas de la autoridad se refugió en el colectivo. Un mes después, el cuerpo de Jorge fue localizado en una fosa clandestina ubicada ahí mismo, en Huejotzingo, pero don Eladio y la señora Juliana supieron eso hasta el 26 de enero de 2023.
El cuerpo de Jorge estaba en la misma fosa clandestina donde ubicaron a delegado de la Segob
El cuerpo de Jorge estaba en la misma fosa clandestina donde ubicaron sin vida a Luis Fernando Tinoco Cervantes, delegado de la Secretaría General de Gobierno de Huejotzingo.
La fosa se descubrió la madrugada del 21 de julio de 2019. El funcionario también fue levantado en Huejotzingo, así que cuando el colectivo supo del hallazgo de más cuerpos, solicitó que la desaparición de Jorge se investigara bajo la misma línea y que se hiciera confrontación genética en tres cuerpos que estaban en calidad de desconocidos.
Los padres de Jorge vieron fotografías, pero por el grado de descomposición era imposible reconocer si algunos de ellos era su hijo. El MP se negó a verificar el perfil genético bajo el argumento de que la media filiación de Jorge no tenía correspondencia con los cuerpos hallados.
Pasó un año, dos, tres… pero María Luisa nunca quitó el dedo del renglón. En diciembre pasado, pidió nuevamente la confrontación genética de los cadáveres hallados en esa fosa que quedaron en calidad de desconocidos.
Ayer les informaron a Eladio y Juliana que dieron positivo en un 99.999 por ciento al desconocido número 298. Ese cuerpo, localizado desde 2019, era el de su hijo.
Padres de Jorge enfrentaron obstáculos durante la investigación, búsqueda e identificación
El cuerpo de Jorge, al igual que muchos otros hallados y anotados como desconocidos, fueron enviados a la fosa común.
Tras conocer los resultados de genética, María Luisa acompañó a los padres de Jorge a Fiscalía y de ahí los enviaron al Semefo, pero tendrán que regresar al MP porque los cuerpos están bajo su resguardo.
En el Semefo, les explicaron que el proceso de exhumación puede tardar semanas y hasta meses porque se involucran otras dependencias como la Secretaría de Salud. También tiene un costo que, al parecer, corre por su cuenta. Es decir, Eladio y Juliana tendrán que pagar y esperar aún más para reencontrarse con su hijo, aunque no de la forma que deseaban.
El Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Ibero Puebla, el Colectivo Voz de los Desaparecidos, la Clínica Jurídica Minerva Calderón y el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática emitieron un comunicado.
Se solidarizaron con los padres de Jorge y acusaron que la Fiscalía de Puebla no atendió el llamado de priorizar la búsqueda e identificación de todos los cuerpos localizados en esa fosa clandestina. Para la autoridad, fue prioridad el delegado de la Segob.