Fernando Omar es un violentador vicario que sustrajo a sus hijas de solo 5 y 4 años de edad, de Puebla al Estado de México para continuar el abuso sistemático que ha ejercido sobre su esposa Alejandra.
En otro momento luchar jurídicamente contra él hubiera sido complicado, pero desde agosto del 2022 la violencia vicaria en Puebla se castiga con hasta 10 años y 8 meses en prisión. Y es que, Fernando Omar usa a sus hijas para violentar a su esposa.
El 10 de enero, Fernando Omar sustrajo a las menores de la casa que compartía con Alejandra. No le ha permitido verlas y cuando fue a buscarlas fue golpeada por él y por su madre.
Alejandra ha iniciado ya el proceso jurídico para recuperar a las pequeñas. En Puebla presentó la denuncia por violencia de género, pero aún no ha podido hacer nada por la sustracción, debido a que ambos tienen la custodia. Hoy, gracias a la Ley Vicaria también puede recurrir a esta figura para defenderse.
La historia de Fernando Omar, el violentador
Alejandra narró en entrevista para Ambas Manos que tiene una empresa dedicada a la logística de transportes. Hace algunos años conoció a Fernando, se enamoró, le enseñó el negoció y procrearon a dos niñas.
Mientras ella se dedicó a cuidar a las bebés, Fernando se convirtió en la única persona apoderada para realizar trámites en el banco y desde entonces controló el dinero. Durante todo este tiempo, ejerció violencia física, emocional y económica sobre ella.
Fue hace un año cuando Alejandra descubrió que su pareja estaba vaciando su cuenta. Además, le compró un automóvil a su mamá, boletos para un viaje a República Dominicana y en diciembre pasado recibió más de un millón de pesos. A ella no le dio un solo peso de su propia empresa.
Alejandra ya sufría violencia física y económica, pero el martirio comenzó cuando ella decidió separarse
Debido a esto, en el mes de noviembre de 2022, Alejandra decidió separarse de Fernando. Un abogado le recomendó no tramitar el divorcio sin antes pedir la pensión alimenticia.
Él nunca se fue de la casa, pero desde entonces empeoró el trato hacia ella: la ignoraba, insultaba y era grosero frente a sus hijas.
El 24 de diciembre pasado, Fernando se llevó a las niñas a la casa de su mamá ubicada en Teotihuacan, en el Estado de México; las regresó para que estuvieran con ella el fin de año y el martes 10 de enero se las llevó de su casa localizada en el fraccionamiento Lomas de Angelópolis. nunca las regresó.
Ese día, Alejandra se fue a las oficinas y Fernando se encargaría de llevar a las niñas a la escuela, a comer y a sus clases de gimnasia. Cuando regresó, se percató que ya no estaba la ropa de sus hijas, la de Fernando y faltaban dos maletas.
También se llevó la factura de su camioneta y luego le advirtió que la reportaría como robada para que la detuvieran. Gracias a amigos, supo que sus hijas estaban en el Estado de México.
La mamá de Fernando toma pastillas para dormir y anti depresivos; tiene un hermano adicto a las drogas y él consume alcohol, así que teme por la integridad de sus niñas.
Dos días después logró comunicarse con su hija mayor y le dijo que su papá ya les había comprado uniformes y lista de útiles porque irían a una nueva escuela. La más pequeña le preguntó cuándo iba a llegar porque ya la extrañaba.
Ayer, domingo 15 de enero, Alejandra se trasladó a la casa de su exsuegra para recuperar a sus hijas. Sin embargo, Fernando y su mamá la golpearon.
Cuando pidió apoyo de las autoridades, descubrió que Fernando ya solicitó la guardia y custodia de las niñas argumentando que ella no tiene la facultad de cuidar a las menores.
Fernando está ejerciendo violencia familiar y violencia vicaria
El 13 de enero de 2023, Alejandra denunció violencia familiar ante el Agente del Ministerio Público de San Andrés Cholula de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres. En contra de Fernando se inició la carpeta de investigación 000327/2023.
Alejandra también está siendo víctima de violencia vicaria. Un tipo de violencia en el que los agresores utilizan a los hijos para dañar a su pareja o la madre de los menores.
Desde el 3 de agosto de 2022, en Puebla la violencia vicaria se castiga con hasta 10 años y ocho meses de prisión y una multa de hasta 25 mil 594 pesos.
Antes, Alejandra y su hijo mayor habían sido también violentados psicológicamente por Fernando. Les retiraba el habla y se burlaba de ellos.