Desafortunadamente, la explosión de un polvorín en el municipio de Santa María Coronango, a principios del mes, cobró la vida de su quinta víctima.
Este fin de semana falleció Jessica L., de 16 años, quien era hija, hermana y prima, respectivamente, de las primeras víctimas. Estuvo en agonía dos semanas en la Unidad Pediátrica de Quemados del Hospital del Niño Poblano (HNP).
A través de redes sociales, como lo han estado realizando los deudos y conocidos de las víctimas, se informó del último de los decesos.
Todas las víctimas eran integrantes de una misma familia y estaban dentro de la vivienda que a la vez funcionaba como un taller de elaboración de pirotecnia, pero de manera clandestina, que explotó la tarde del 1 de junio pasado.
Apenas el pasado el viernes Ambas Manos informó sobre el cuarto deceso y que aún había dos sobrevivientes entre la vida y la muerte. Al día siguiente, es decir el sábado por la tarde, se registró el fallecimiento de la quinta víctima.
Jessica, la quinta víctima de la explosión de un polvorín en Coronango
El mismo día de la explosión murió Jaime, de 22 años de edad; al día siguiente falleció su padre de 55 años, también llamado Jaime. Ambos estaban internados en el Hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud, Rafael Moreno Valle.
A los tres días del estallido se reportó la muerte de Laura Estrella, hermana e hija de ambos hombres fallecidos, en el mismo nosocomio.
Para el miércoles 12 de junio, se informó el deceso de Melany, de 16 años, prima y sobrina de las tres primeras víctimas mortales.
Aunque aún sobrevivían Martha Lilia, en el Hospital General de Huejotzingo y Jessica, en el HNP, esta última perdió la vida la tarde del sábado 15 de junio.