En un acto de odio y discriminación, Salomón, de la preparatoria en la Universidad de América Latina (UDAL) Puebla, apuñaló a su compañero Santiago Zayas.
La agresión que se podría considerar un intento de homicidio que ocurrió el pasado viernes 13 de octubre. Todo pasó afuera de la casa de Santiago que se ubica en la colonia Bugambilias. Sin embargo, fue ayer cuando los amigos de “Santi”, como lo llaman de cariño, difundieron en redes sociales un video y la fotografía del agresor para exigir justicia.
Salomón T.R. alias “Salo” es el adolescente que apuñaló a Santiago. Ya lo había amenazado, lo discriminaba y hacía bullying por su color de piel.
En el video que circula en redes sociales, se observa que los dos jóvenes de 17 años están sobre la banqueta, frente a un portón color oscuro. Luego forcejean y, en ese momento, Salomón hiere con el arma blanca a Santi.
Una tercera persona intenta detenerlo, pero el agresor logra soltarse y escapa. Santiago permaneció de pie y bajó la mirada para observar su herida. Ahí termina el video.
Lo que ocurrió después fue que a Santiago los trasladaron al hospital y lo sometieron a una cirugía.
Necesitamos difundir para encontrar al tipo que cometió intento de homicidio en contra de Santiago. Tiene antecedentes de amenaza y discriminación. Por favor ayúdenme difundiendo”, escribieron amigos de la víctima.
Se desconoce si ya hay una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla. Además, hasta la publicación de esta nota, la UDAL no había emitido ningún pronunciamiento.
Santiago Zayas, alumno de la UDAL, fue víctima de discriminación, igual que Neto Calderón
A los gemelos que dieron una golpiza a Neto Calderón frente a la Estrella de Puebla la madrugada del pasado 9 de septiembre los acusaron por lesiones calificadas y discriminación. Este último delito se lo imputaron porque llamaron “nacos” a Neto y a sus dos amigos.
Los hermanos que acudieron de forma voluntaria a la Fiscalía de Puebla debido a que ya existía una orden de aprehensión en su contra fueron enviados al penal de San Miguel. Los delitos no ameritan prisión preventiva, pero no pudieron acreditar arraigo domiciliario por lo que la jueza considero que existía riesgo de sustracción.