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Discutió con su pareja en una pulquería; lo empujó por las escaleras y lo mató

Discutió con su pareja en una pulquería; lo empujó por las escaleras y lo mató

Foto de Juliana N, acusada de empujar por las escaleras a su pareja y matarlo.

El pasado 19 de noviembre, Juliana N. discutió con su pareja en una pulquería del municipio de Xicotepec de Juárez. Durante la pelea, empujó al hombre por las escaleras y lo mató.

Hoy, la mujer está en prisión y enfrenta un proceso por el delito de homicidio doloso en agravio de Fidel.

Ese 19 de noviembre, Juliana y Fidel se encontraban en el establecimiento denominado “Pulquería Ortega” localizada en el Centro del Pueblo Mágico. Consumieron bebidas embriagantes y después de un rato se retiraron.

Por razones desconocidas comenzaron a discutir y de momento ella lo empujó. Fidel cayó de las escaleras hasta que se golpeó con la banqueta. Un golpe en la cabeza terminó con su vida.

Pulquería en Xicotepec donde Juliana N empujó a su pareja Fidel y él murió.

Paramédicos y policías llegaron a la pulquería, pero solo pudieron confirmar que el hombre ya no contaba con signos vitales, así que cubrieron el cuerpo y dieron aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.

La mujer, de 43 años de edad, fue detenida por policías municipales y posteriormente quedó a disposición del Ministerio Público. La Fiscalía ejercitó acción penal en su contra y la llevó ante un juez de control.

En audiencia, la autoridad judicial resolvió vincularla a proceso por el delito de homicidio doloso. Como medida cautelar le impuso la prisión preventiva oficiosa, por lo que Juliana N. fue trasladada al Cereso.

Publicación de X: Juliana discutió con su pareja en una pulquería y lo mató.

Juliana discutió con su pareja en una pulquería y lo mató; Carmen terminó con la vida del padre de sus hijos a martillazos

En octubre pasado, Diego L. fue asesinado a martillazos por su expareja sentimental y madre de sus hijos en la colonia Azteca de la capital poblana.

Carmen N. tomó un martillo y se dirigió a la habitación en la que dormía Diego L.; luego lo golpeó en repetidas ocasiones en la cabeza, hasta que lo mató.

Después de asesinarlo, Carmen N. permaneció en la casa y ya por la mañana llevó a sus hijos a la escuela como si nada. En ese momento le dijo a una vecina que su expareja había muerto.

Diego L. iba ocasionalmente iba a esa casa ubicada sobre la calle Huitzilopochtli porque trabajaba en el norte del país. De hecho, los reportes policiacos indicaron que tenía apenas un día de haber llegado a Puebla.

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