Daniela, una niña de apenas seis años de edad, fue asesinada a golpes en la colonia Granjas de San Isidro de la ciudad de Puebla. Vivía con su papá y familiares de él. Todos dijeron a la policía que murió por causas naturales, pero no fue así.
Cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) llegaron a la casa sobre la 99 Oriente, el cuerpo de Daniela estaba sobre la cama y junto a ella había una veladora, también tenían lista la funeraria para sepultarla lo antes posible.
Afortunadamente los policías detectaron huellas de violencia y no creyeron la versión de que Daniela falleció porque se cayó de las escaleras, así dieron aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE). Cuatro personas, entre ellas el papá, fueron detenidos.
A Daniela, de solo 6 años, la mataron a golpes en Granjas de San Isidro
El feminicidio quedó al descubierto el pasado fin de semana cuando a Daniela la llevaron a una farmacia ubicada sobre la 14 Sur. Sin embargo, el médico a cargo dijo que no podía atenderla porque la niña estaba muerta.
Su padre la regresó a la vivienda que se ubica sobre la 99 Oriente, pero alertaron a policías de la SSC y poco después llegaron al lugar. Encontraron a la niña sobre la cama y con una veladora encendida, para simular la muerte por causas naturales.
Los padres de Daniela se separaron y ella vivía con su papá y familiares de él, pero los policías notaron que presentaba síndrome del niño maltratado. Al cuestionar los golpes, dijeron que se cayó de las escaleras.
Los agentes de la SSC no creyeron esta versión y dieron aviso a personal de la Fiscalía de Puebla; luego procedieron a detener a cuatro familiares en lo que se esclarece lo ocurrido.
Vecinos revelan constantes maltratos a niños en esa vivienda
Al notar la presencia policiaca, los vecinos revelaron que en ese domicilio golpeaban constantemente a niños, incluso más pequeños que Daniela. Los bañaban con agua fría, les pegaban y les tapaban la boca para que no gritaran.
Incluso los propios policías pidieron a los vecinos que sabían del maltrato rendir su declaración ante la Fiscalía de Puebla. Algunos cuestionaron por qué no dieron aviso antes a las autoridades, a lo que uno de ellos respondió: “claro que se denunció, claro que se le habló a la policía. Yo mismo lo hice varias veces cuando en las noches o en las tardes se oían las golpizas a mujeres y niños, pero la policía no pudo hacer nada porque no podían entrar al inmueble”.