Aunque un juez de control la dejó en libertad por violaciones a sus derechos humanos, Liliana Bustillos, la mujer detenida por esclavizar a sus empleadas domésticas en Puebla, ya no regresó a su domicilio.
Sin embargo, los vecinos de la calle Pánuco de la colonia Jardines de San Manuel denunciaron que dejó a un perrito abandonado, sin agua ni comida. Ellos quieren hacerse cargo, pero no pueden acceder a él.
La denunciante, Viridiana Loaiza, escribió en Twitter que lo más probable es que no regresen por los “asuntos legales graves” que enfrenta la propietaria, así que solicitó la intervención del Instituto de Bienestar Animal de Puebla y de la Secretaría de Medio Ambiente de la capital.
¿Quién es Liliana Bustillos y por qué huye?
Liliana Bustillos, cuyo nombre real es María Hilda N. fue aprehendida el pasado jueves 9 de marzo en el estacionamiento del Instituto Oriente por el delito de trata de personas.
Durante muchos años, la mujer originaria de Zacapoaxtla reclutó a jóvenes de Cuetzalan, Zacapoaxtla y Xochitlán para trabajo doméstico. Sin embargo, las mantenía incomunicadas, no les pagaba, no les daba de comer, las golpeaba y las humillaba. La mayoría de ellas escapó y regresó con su familia, pero una de ellas sufrió actos de tortura y con la ayuda de un vecino decidió denunciarla.
El pasado viernes fue presentada ante un juez de control de la Casa de Justicia de Puebla, el cual consideró que los agentes ministeriales violaron sus derechos humanos y ordenó su inmediata libertad.
De inmediato la mujer dio de baja sus redes sociales y, por lo que reportan sus vecinos, tampoco regresó a su domicilio.
Ambas Manos platicó con una de las víctimas. Ella llegó a Puebla en 2017, a los 22 años de edad y contó que además de hacer quehacer debía darle masaje en pies y espalda y jugar con su hijo. Ella estuvo incomunicada durante cinco meses y no recibió ni un solo peso.
