La mañana de este 6 de marzo, un grupo de normalistas derribó una de las puertas de Palacio Nacional.
Los hechos ocurrieron mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecía su habitual conferencia mañanera.
El grupo de maestros rurales se manifestaba por el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Acudieron a la Ciudad de México para hablar con el primer mandatario.
Sin embargo, al no ser atendidos por las autoridades, tomaron una camioneta con logos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Entonces, tumbaron la puerta 1, sobre Calle Moneda.
Al interior del inmueble, Policías Militares, a cargo de la seguridad del Ejecutivo, trataron de levantar una barricada para impedir el ingreso de los normalistas y familiares de desaparecidos.
También rociaron gas para dispersarlos, hicieron uso del equipo antimotines y rápidamente colocaron una valla en el acceso 1.
López Obrador reaccionó a la manifestación diciendo que era una provocación y una estrategia política en su contra.
Lo que quisieran es que respondiéramos de manera violenta, no lo vamos a hacer, no somos represores. Lo que quisieran es que salga la policía y los enfrente. Se va a arreglar la puerta y no hay problema, lo que quieren es provocar”.
En un mensaje a los padres de los normalistas, AMLO aseguró que las autoridades están avanzando con la investigación. Sin embargo, existe una manipulación por “grupos conservadores de derechos humanos apoyados por gobiernos extranjeros”.
Agregó que desde su gobierno, han tratado de darles información a los padres, pero sus abogados no se los han permitido.
Ustedes saben que les mandé un informe a cada uno de los papás y mamás y no los quisieron recibir”, aseguró.
Aclaró que él no se reunirá con los padres de los jóvenes desaparecidos. En su lugar, los atenderá el subsecretario de Gobernación, Félix Arturo Medina Padilla.
