Este 16 de enero, murió José Agustín, el escritor mexicano mejor conocido por ser precursor del género literario conocido como la Onda.
Su hijo, José Agustín Ramírez informó sobre el deceso del representante de la contracultura mexicana, amante del rock y de la literatura.
A través de redes sociales, despidió a su padre tras haber vivido una larga enfermedad. Con una fotografía, reconoció el legado de su padre como una de las figuras centrales de la literatura mexicana.
A nombre de la familia, publicaron: “con profunda tristeza comunicamos el fallecimiento de José Agustín: esposo, padre, hermano, abuelo y escritor devoto de la literatura y la música, así como de sus lectores de cualquier edad”.
En el mensaje, le dedicaron un último mensaje a José Agustín, que describieron como “un prolífico escritor, autor de novelas, cuentos, obras de teatro y guiones de cine”.
Guerrerense de corazón, autodidacta empedernido, amante de la comida y los placeres; jungiano, estudioso del Iching, aficionado de la astrología e impulsor de todas las formas de contracultura”, comentó su hijo.
Finalmente, su hijo señaló que después de vivir sus últimos días, se fue en paz, “rodeado de su amorosa familia”.
José Agustín nació en Acapulco, Guerrero, el 19 de agosto de 1944. Su legado quedará para la historia de México.
El pasado 2 de enero, José Agustín recibió la extremaunción por parte de un sacerdote amigo. Este sacramento consiste en unción con óleo sagrado hecha por el sacerdote a los fieles.
Fue a través del taller de su colega Juan José Arreola que pudo publicó su primera novela, La tumba, en 1964. Es una de las mas conocidas, y famosas a la actualidad, de la que se han desprendido adaptaciones al cine.
También fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de las fundaciones Fulbright y Guggenheim.
Su trabajo abarca novela, teatro, guiones y crónicas periodísticas. Asimismo, publicó ensayo y crónica histórica, entre ellos los tres volúmenes de Tragicomedia mexicana.
Durante su visita a festival de cine documental musical in Edit, en Puebla, el escritor sufrió una aparatosa caída.
En esa ocasión, se informó de la fractura en seis costillas, una más en el tórax, una pequeña ligera en el cráneo y una última herida en la oreja izquierda.