A pesar de la existencia de pruebas documentales y de análisis forenses a los teléfonos que fueron infectados, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que exista espionaje a periodistas o activistas desde la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En la conferencia de prensa matutina, acusó que los medios se dedican a atacar a su administración y buscan convertir “cualquier cosa en un escándalo”.
No es cierto que se espié a periodistas u opositores, no somos iguales a los anteriores. No es cierto. Yo hice el compromiso que nadie iba a ser espiado, ningún opositor. Si tiene pruebas, que las presenten. He estado leyendo sobre esta denuncia y la verdad no hay elementos, no tendríamos por qué”, dijo el mandatario.
Hasta el momento, se tiene registro de tres personas cuyos equipos fueron intervenidos: el periodista Ricardo Raphael, el activista Raymundo Ramos (presidente del Comité Estatal de Derechos Humanos de Nuevo Laredo) y un periodista de Animal Político, cuya identidad se mantiene a reserva por motivos de seguridad, que investigaba sobre desapariciones en Monterrey y víctimas del Ejército.
Con el programa Pegasus no solo se puede acceder a archivos, fotos, contactos y mensajes, también se puede activar el micrófono y la cámara de manera remota para monitorear toda actividad cercana y de esta forma obtener información de lo que ocurre alrededor del dispositivo infectado.
Denuncia por espionaje desde Sedena
Reportajes publicados revelaron cómo la Sedena escondió una y otra vez un contrato que celebró en 2019 con la empresa Comercializadora Antsua, S.A. de C.V., la cual es la encargada de la representación de la empresa NSO Group para vender Pegasus en México.
El pasado lunes, organizaciones defensoras de derechos humanos y víctimas presentaron una nueva denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que esclarezca el espionaje ilegal perpetrado a través de Pegasus.