El Ayuntamiento de Puebla subsanó el hoyo financiero que heredó el ex alcalde capitalino, Adán Domínguez Sánchez. Así lo reveló Héctor González Cobián, titular de la Tesorería Municipal.
En entrevista, reiteró que la deuda ascendía a los 547 millones de pesos, mismos que se pudieron cubrir en su totalidad por medio de la recaudación del predial del año pasado y que fue superior a la estimada.
Especificó que había 400 expedientes pendientes de pago y, de estos, en un inicio, se cubrieron entre 70 y 80 que eran temas prioritarios. Había desde deudas por impuestos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), hasta retenciones al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Aclaró que no todas las deudas se han pagado, ya que algunos expedientes siguen en análisis para determinar si procede o no la retribución. Pero, gracias a la recaudación del predial, se logró juntar el dinero para cubrir los adeudos y compromisos.
Parte está en los expedientes que todavía están analizando para ver si procede el pago o no pero ya tenemos los recursos para hacer el pago”.
Respecto a los recursos del predial obtenidos este enero, dijo que la Comuna cerrará con 6 millones de pesos arriba de lo que se presupuestó.
El Ayuntamiento de Puebla realizó un análisis para aclarar el hoyo financiero
Y es que el gobierno de Pepe Chedraui Budib realizó un análisis durante los primeros 60 días de la administración. Con ello, evaluó la situación económica que guardaba el municipio y determinó dividirla en tres componentes.
El primero estaba relacionado a un faltante bancario por 333.9 millones de pesos, que es lo que dejaron en Tesorería como compromiso de pago sin tener algún respaldo. Estos son recursos que correspondían a los meses de noviembre y diciembre.
Sumado a ello, dejaron contratos por 116.9 millones de pesos, que en su mayoría se componían de obra pública. El último concepto era por 96.2 millones de pesos que se integraba en los rubros prioritarios que tenían que haber estado incluidos en el presupuesto. Y, al no estarlo se convirtieron en una presión de gasto.