Puebla cuenta con lugares maravillosos que puedes visitar sin gastar mucho dinero y que no están tan retirados de la capital. Tal es el caso de San Baltazar Atlimeyaya, un pueblo en Tianguismanalco, municipio ubicado a tan solo media hora de Atlixco

Este lugar es una excelente opción si quieres olvidarte del estrés del trabajo o simplemente quieres pasar un día agradable con tu familia o amigos. 

Atlimeyaya se encuentra a 43 kilómetros de la ciudad de Puebla por la autopista 190 Puebla-Atlixco. Este sitio es muy conocido por sus criaderos acuícolas de peces.

Atlimeyaya, el paraíso de la trucha arcoíris 

En Tianguismanalco se encuentra la granja piscícola Xouilin, una empresa de acuicultura de ciclo completo. Es decir, se encarga de criar, cultivar, procesar y vender trucha arcoíris o como científicamente la nombran “Oncorhyndchus Mykiss”. 

Este tipo de pez pertenece a la familia de los salmónidos y necesita agua dulce, fría, limpia y oxigenada para mantenerse y reproducirse. Por está razón, el agua que se utiliza para los criaderos proviene de los deshielos del volcán Popocatépetl y tiene una temperatura de 13 °C.

La construcción de la granja Xouilin, que significa trucha en Náhuatl, inició en 1984. Nació como un proyecto de cría responsable y sustentable.

La empresa acuícola cuenta con un caudal de agua constante al aire libre emulando el hábitat natural de las truchas. Lo que permite que el cultivo de estos peces se realice en un sitio idóneo.

Las truchas necesitan agua fría y oxigenada para mantenerse y reproducirse.
Truchas arcoíris nadando en uno de los estanques de la granja piscícola Xouilin. credit: Granja Piscícola Xouilin

La granja cuenta con recorridos guiados en los que ademas de conocer el ciclo de vida de las truchas puedes alimentarlas.

La entrada tiene un costo de $30.00 pesos para adultos y para niños de $15.00 pesos. Las bolsas de alimento son pequeñas y se venden en $5.00 pesos.

Abre sus puertas de lunes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.

La zona de San Baltazar Atlimeyaya cuenta con varios restaurantes que ofrecen una amplía variedad de guisos para disfrutar del delicioso sabor de las truchas. Incluso en algunos de estos establecimientos puedes pescarlas.

¿Qué más se puede hacer?

Ahora bien, si lo tuyo no es comer truchas ni te interesa su crianza, puedes ir a la cascada encantada. Y aunque su nombre te puede hacer pensar que tendrás una experiencia sobrenatural, no es así. Tiene ese nombre por mera referencia, pues en esa zona hay un restaurante con ese mismo nombre.  

Cascada encantada en San Baltazar Atlimeyaya.

A decir de los lugareños, la cascada te “encantará” pero por su belleza, ya que tiene una caída de 15 a 20 metros.

La cascada está rodeada de árboles en su mayoría encinos y pinos. Puedes nadar porque el agua es de manantial pero como viene del volcán Popocatépetl es muy fría. 

Las cascada tiene una caída de 15 a 20 metros.
La Cascada Encantada está ubicada en Atlixco. credit: Burkley A. / Foursquare

También, puedes pasear a caballo y adentrarte en la zona boscosa. Pero si te gusta algo más emocionante puedes rentar una moto y realizar el recorrido.

Si visitas estos lugares recuerda que debes llevar ropa y calzado cómodo porque aunque hay sitios en los que puedes ingresar con automóvil, en la mayoría de las zonas tendrás que caminar.

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Mercedes Mendoza

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Editora desde 2016. Redactora y editora SEO en Ambas Manos.