Se eleva la tensión entre Estados Unidos y China debido a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi en Taiwán.
Medios internacionales informan que la gira asiática de Pelosi abarcaba naciones como Malasia, Corea del Sur y Japón.
La mañana de este 2 de agosto, el equipo estadounidense salió desde Kuala Lumpur y su viaje no tiene destino definido.
Sin embargo, podría llegar por la noche a la isla gobernada por el régimen de la República de China. Aquí se reunirá con la presidenta Tsai Ing-wen, ya que Taiwán busca convertirse en un país independiente.
Hua Chunying, portavoz de la cancillería, advirtió que este viaje podría convertirse en una posible “crisis” y amenazaron con “consecuencias desastrosas” de llevarse a cabo.
“Es difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora. Todas las agencias gubernamentales de EE.UU. han de implementar las políticas exteriores a las que se ha comprometido y reconoce su Gobierno. Si la tercera persona más importante del Gobierno de EU llega a Taiwán en un avión militar, su visita en ningún modo será no oficial”, declaró ante los medios.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, confirmó la posición del presidente Xi Jinping para que la nación de occidente evite “jugar con fuego”.
El canciller señaló que Beijing hará frente a cualquier acto o intervención entre China y Taiwán que provoque su separación, ya que una sola China es una “línea roja indiscutible”.
Tras el posible despegue de Nancy Pelosi en Taiwán, se detectó la presencia de un buque destructor chino cerca de la isla Lanyu, a 64 kilómetros de la isla.
También se avistaron maniobras militares en las zonas del mar de China Meridional, que han provocado el cierre del tráfico marítimo.
Por su parte, Washington, la capital de Estados Unidos dejó en claro que si la presidenta de la Cámara decide visitar Taiwán, está en su derecho.