Las autoridades confirmaron que el cuerpo encontrado en Canadá corresponde al de Carlos Aranda. Sin embargo, su familia acusa que sin reaizar las pruebas pertinentes de AND aseguraron que correspondía al joven.
A Carlos Aranda de 30 años lo reportaron como desaparecido en dicho país el pasado 7 de julio. La ficha de búsqueda señala que lo vieron por última vez en Brar Fruit Stand & Orcharnd, un bar de la ciudad de Osoyoos.
Este 24 de agosto, la Policía de Canadá informó que encontraron un cuerpo que supuestamente corresponde con las características descritas “basados en un análisis fotográfico”.
Sin embargo, la familia Aranda ha puesto en duda el actuar de las autoridades y la versión oficial. Ya que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición es difícil comprobar a simple vista si se trata de él.
En un comunicado, la familia calificó como “irresponsable” la versión de las autoridades locales. Luego de afirmar que Carlos fue encontrado sin vida en cercanías de Gyro Beach, en Osoyoos sin realizar pruebas de identidad.
El 22 de agosto, le notificaron a la familia que habían encontrado un cuerpo que podría corresponder al de su hijo. Un oficial de la Real Policía Montada de Canadá se comunicó vía telefónica y explicó que había “vagos indicios” de que se trataba de su hijo.
Ahí le aseguraron que debido al estado de descomposición, debían realizar pruebas de ADN y una necropsia para saber exactamente si se trataba de él.
La familia volaría al país del norte este 25 de agosto, sin embargo, las autoridades de Canadá les confirmaron que el cuerpo pertenece a Carlos Aranda.
En el comunicado indican: “La policía se aventuró a realizar dicha aseveración bajo el argumento de que un ‘experto en identificación de identidades a partir de fotografías’ –lo que sea que eso signifique– habría hecho observaciones del cadáver”.
También, la familia señaló las contradicciones y el pobre desempeño que ha demostrado la policía canadiense desde que se levantó el reporte por desaparición.
Anterior a este caso, se reportó el hallazgo sin vida de María Fernanda, una mexicana que se encontraba estudiando una maestría en Alemania.