En México, se utiliza la palabra catrín para referirse a un hombre elegante que tiene mucha clase para vestir. Sin embargo, el origen de esta palabra se remonta a la época del porfiriato.
Durante esos años, la sociedad mexicana vivía una época en la que se marcaba una gran diferencia entre las personas de clase social alta y los pobres. En cuanto a la moda estaba influenciada por las corrientes europeas y rechazaba las raíces y cultura mexicana. Los hombres que tenían un nivel socioeconómico alto intentaban imitar el estilo de los hombres adinerados de Europa.
De hecho, los catrines acostumbraban a pasear por las calles del Centro Histórico de México. Cuando lo hacían vestían pantalón rayado, saco de levita, corbata de moño, un bastón y bombín. Después, esta vestimenta se volvió un elemento representativo de este personaje.
Otro de los elementos importantes del catrín era su forma de ser. Le encantaba presumir ese nivel de vida que tenía.
Como se mencionó anteriormente, esta palabra nació en el periodo del porfiriato, de 1876 a 1911. Esta época estuvo marcada, entre varias cosas, por un desarrollo significativo de obras públicas, en varias partes del país se construyeron monumentos cívicos y edificios. También, hubo un crecimiento económico que permitió que países importantes como Francia, Estados Unidos e Inglaterra invirtieran en México.
El catrín y la catrina, la mejor combinación
Durante el gobierno de Porfirio Díaz tuvieron mucho auge las calaveritas literarias. Que eran rimas inspiradas en personas con mucho dinero que repudiaban sus raíces y las tradiciones mexicanas. Estos textos acompañados de ilustraciones de calavera se publicaban en algunos periódicos. Su función era criticar a la gente rica y evidenciar las condiciones de desigualdad y pobreza en las que vivían la mayoría de los mexicanos.
El catrín se volvió muy popular en la cultura mexicana. A tal grado que se incluyó en el juego de la lotería. Este juego de azar cuenta con 54 tarjetas que contienen elementos representativos de la cultura popular de México.
Finalmente, con el paso de los años, el catrín y la catrina se convirtieron en íconos y son muy populares durante Día de Muertos no sólo en nuestro país, sino en otras partes del mundo.
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