“Muy grave se reporta motociclista que participó en mega carambola de Periférico”, se leyó en los encabezados de los medios de comunicación. Luego se informó que integrantes de un motoclub realizaron una colecta para apoyar a su compañero, pero a los pocos días vinieron más percances y la noticia fue olvidada. Para los papás, hermanos y prometida de Óscar no fue un accidente más: este fue el accidente que cambió la vida de la familia Reyes Olguín.
Óscar tiene 28 años de edad y planeaba casarse con su novia Denys en octubre próximo. Hace dos años le propuso matrimonio, pero por la pandemia la boda se postergó. Cumplieron 10 años de novios en un hospital; él con muy pocas probabilidades de sobrevivir.
A pesar de que su rostro refleja cansancio y tristeza, Yamileth sonrió y sus ojos se iluminaron cuando le pregunté cómo era la vida de su hermano antes del accidente. Me contó que se dedicaba a las ventas, desde pequeño fue amante de las motocicletas y con los niños tenía una conexión especial.
Yamileth también admira lo responsable y precavido que fue para viajar en motocicleta. Tras su accidente, en redes sociales circularon fotografías de él inconsciente, boca abajo y sin casco, pero sí lo llevaba. Se lo quitaron porque vomitó y broncoaspiró.
Los padres de Óscar se separaron hace tiempo y durante algunos años se fue a vivir al pueblo de donde son originarios: Huejonapan, en Tepexi de Rodríguez. Ahí también hizo muchos amigos y fue tan querido que organizaron, en dos ocasiones, una kermés para recolectar dinero y apoyar a su familia con los gastos médicos.
Tiempo atrás la mamá de Óscar fue diagnosticada con cáncer en la piel muy avanzado. Los médicos prácticamente la dieron por muerta y le recomendaron a sus hijos llevarla a Huejonapan para que sus últimos días estuviera en un lugar tranquilo y junto a su familia. Así lo hicieron, pero ella no murió y hoy está más fuerte que nunca, dedicada al 100 por ciento a su hijo.“Dios me dio una oportunidad más de vida y también lo está haciendo con mi hijo”, dijo.
La noticia del accidente que cambió la vida de la familia Reyes
Ese lunes 30 de mayo de 2022, Yamileth viajó a Guerrero para alcanzar a su novio. Su mamá preparaba una maleta porque al siguiente día saldría muy temprano con Óscar a la Ciudad de México; la iba a llevar a su consulta médica.
Por la tarde llovió y cuando Óscar regresaba a casa se encontró con una mega carambola en Periférico Ecológico. El accidente ocurrió minutos antes de las 19:00 horas y se vieron involucrados cerca de 20 vehículos.Una persona falleció y Óscar también fue dado por muerto durante algunos minutos.
Según explicaron los médicos, al parecer recién había comido y tras el golpe vomitó; luego se broncoaspiró. Todo el daño fue cerebral: salió proyectado varios metros porque cayó de la motocicleta y del puente, pero no resultó con fracturas de gravedad.
Óscar quedó tirado boca abajo e inconsciente, pero portaba un chaleco del motoclub Kamikazes y un testigo tomó una fotografía que difundió en redes sociales. “Se busca a la familia o MC del hermano accidentado”, decía la publicación.
Un primo de él que también pertenece a ese club lo identificó y le marcó por teléfono a Yamileth: “Óscar tuvo un accidente”, fue lo único que le dijo. Ella iba en el autobús rumbo a Guerrero y en carretera la señal no era muy buena.
Además se le acabó la batería del celular pero el operador la dejó conectarlo en la cabina. Cuando pudo comunicarse con su novio le pidió investigar sobre fue el accidente y a su primo le ordenó avisarle a su mamá. “Yo sé que ella es fuerte y puede con la noticia”, le mencionó.
Sin embargo la mamá de Óscar ya presentía que algo había ocurrido con su hijo. Como no regresaba a casa le envió mensajes diciéndole: “acuérdate que mañana nos vamos muy temprano”. “Hijo, no se te olvide que me vas a llevar a mi consulta”, “vente con mucho cuidado por favor”… pero sus mensajes nunca tuvieron respuesta.
El primer familiar que llegó al accidente pidió que lo trasladaran al Hospital Betania.
Cuando su mamá llegó ahí, vio a su hijo conectado a muchos aparatos que lo mantenían con vida. Yamileth regresó a Puebla al siguiente día y se desmayó al ver en esas condiciones a su compañero de vida.
El diagnóstico de Óscar fue trauma craneoencefálico severo, edema cerebral con hemorragia subaracnoidea, trauma cerrado de tórax y neumonía.
Para que Óscar fuera atendido en el hospital se pagaron 45 mil pesos; luego depositaron otros 30 mil, 100 mil hasta que los gastos fueron incosteables. Por dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos la familia pagó 260 mil pesos más honorarios médicos.
Amigos y conocidos organizaron rifas, donaron todo tipo de cosas que se pudieran vender, pero nada era suficiente. Yamileth puso a la venta su automóvil y también pensó en vender una propiedad de la familia, en ese momento la prioridad era Óscar.
Debido a esta situación y pese a la gravedad de su estado de salud se tomó la decisión de sacarlo y enviarlo al Hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud. La ambulancia de alta tecnología que se encargó del traslado cobró más de 5 mil pesos. En seis horas Yamileth movió cielo, mar y tierra para reunir todos los requisitos que se necesitan para trasladar a un paciente tan grave como Óscar.
Pasó un mes en estado de coma
Óscar estuvo un mes en estado de coma. Su familia pasó horas de angustia, cansancio y llanto porque las posibilidades de que sobreviviera eran mínimas.
Durante estos días Yamileth pidió a sus amigos que le enviaran audios de WhatsApp para que él escuchara a la gente que lo quería y anhelaba su regreso. Óscar lloró cuando los escuchó, pero también lloraba cuando el personal del hospital decía que probablemente no iba a sobrevivir.
Óscar estuvo en un área con pacientes críticos como él. Su familia se enteró de cuatro fallecimientos y siempre pensaban que él sería el siguiente.
Un día sucedió el milagro y Óscar despertó. Regresó a casa con traqueotomía y gastrostomía, pero esta última le provocó una infección que día después lo hizo volver al hospital.
Óscar ya puede decir algunas palabras y sabe lo que le sucedió aunque él no recuerda nada. Vio algunas fotografías del accidente y sabe que muchas personas han apoyado a sufamilia.
Incluso, una vecina le lleva comida y los Kamikazes fueron a verlo a casa. Sus defensas están muy bajas y lo saludaron desde la ventana porque en la casa hay cuidados extremos de limpieza y sanitización.
Denys, su prometida, renunció al trabajo y ahora vive con su mamá y hermana para ayudarlas a cuidarlo. Óscar no puede estar solo porque en ocasiones deja de respirar, así que se turnan para vigilarlo durante el día y la noche.
Está recibiendo terapia para que pueda recuperar la movilidad en algunas partes del cuerpo, pero desde que fue dado de alta ha regresado tres veces al hospital: “Óscar no se está rindiendo”, dijo Yamileth.
En casa, se acondicionó el cuarto de su hermana para él; prácticamente todo está en bolsas y a diario por la mañana realizan limpieza extrema. Por ello, las visitas por el momento están restringidas.
¿Cómo podemos ayudar a la familia?
Yamileth creó una página en Facebook llamada Panda Store, donde puso a la venta diversos artículos que le donaron, pero no ha logrado vender nada.
Los gastos siguen: le realizaron un estudio que costó 5 mil pesos, están pagando la renta de una cama de hospital, los préstamos que solicitaron y las ambulancias también corrieron por su cuenta.
Aunque en estos momentos no necesitan medicamento porque se los otorga el hospital, si requieren alcohol, sanitizante y gel antibacterial. También piden que cualquier persona que tenga videos o fotografías del accidente, se los haga llegar.