Gracias a que otra víctima se atrevió a denunciar, Lili Bustillos, la explotadora de trabajadoras del hogar en Puebla, nuevamente fue vinculada a proceso por trata de personas.
Desde el pasado 23 de marzo, Gilberto Higuera Bernal, el fiscal general, dio a conocer que tenían dos denuncias en contra de esta mujer. Sin embargo, legalmente solo estaba siendo investigada por un caso, el mismo que derivó en su aprehensión.
La segunda víctima reveló a la autoridad investigadora que Lili Bustillos o María Hilda N. la captó en abril de 2016. Por medio de una llamada telefónica le ofreció trabajo para efectuar labores domésticas con la promesa de mil 500 a mil 800 pesos a la semana.
La joven aceptó y se trasladó de Zacapoaxtla a su vivienda ubicada en la colonia Jardines de San Manuel, en la ciudad de Puebla. Sin embargo, desde entonces fue violentada física y verbalmente y no comía.
Lili Bustillos la encerró y la amenazó diciéndole que no podía denunciarla porque jamás iba a salir de esa casa. Con ayuda de una vecina, la víctima logró escapar brincándose por un barandal y regresó a su casa.
No supo más de ella hasta que vio en las noticias que la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) la detuvo por una situación similar, así que decidió presentar su denuncia.
Lili Bustillos suma otra investigación, la vuelven a vincular a proceso
Lili Bustillos ya está presa, pero el pasado 26 de abril fue llevada ante el juez de control. En audiencia, el Agente del Ministerio Público logró que la autoridad judicial dictara nueva vinculación a proceso en su contra.
El delito es el mismo: trata de personas por captación con fines de explotación y en su modalidad de trabajos forzados. Prevalece sobre ella la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.
Teresa E. fue la primera víctima que denunció cuando logró escapar. Ella era menor de edad cuando Lili Bustillos la golpeó y quemó dejándole marcas permanentes en su cuerpo; la obligaba a barrer bajo la lluvia, le cortó el cabello y no le daba de comer ni de beber. Además, no le pagó y amenazó con matarla y desaparecerla. También la dejó incomunicada, por lo que no podía pedir auxilio.
